Misterio resuelto. Los Mossos iban bien desde el primer momento, y la Guardia Civil lo ha confirmado. El hombre que apareció, con uno cadena atada en la cintura y un peso, es Joaquim Batlle Juanals, un hombre de 66 años de Sant Feliu de Guíxols (Girona) de quien hacía 3 días que no se sabía nada de nada. Su hermano se presentó en la comisaría de la policía catalana para denunciar la situación, asegurando que el hombre se había marchado, creían, de manera voluntaria, por lo que había dicho. Este fin de semana tres personas que estaban pescando con una embarcación de recreo llamaron al 112 alertando de que había un cuerpo flotando en el mar, a unos 200 metros de la costa, entre Santa Cristina d'Aro y Tossa de Mar.

La Cap de Creus, una de las patrulleras de la Policía Marítima de los Mossos d'Esquadra, que estaba en la zona, se acercó hasta el punto y pudieron rescatar el cadáver, que fue trasladado hasta tierra. Allí fue la Guardia Civil, no antes sin vivirse momentos de tensión, quien se quedó con el caso, aunque la policía catalana aseguraba que ya tenía diligencias abiertas al haberse denunciado la desaparición del hombre que se creía que había aparecido. La autopsia y la necrorreseña han confirmado que el hombre es Joaquim Batlle Juanals y que todo parece indicar, según han explicado fuentes de la Guardia Civil a ElCaso.com, que se trata de una muerte voluntaria.

Si bien el hombre tenía una cadena atada en la cintura, y parece que llevaba un peso atado, con el fin de hundirse, finalmente el cuerpo subió en superficie, con el paso de las horas. Con todo, sin embargo, no llevaba las manos ni los pies atados, hechos que hace pensar a los investigadores que no fue tirado en el mar contra su voluntad, y que, por lo tanto, se investiga como un suicidio.

¿Pero quien es Joaquim Batlle Juanals?

La periodista Tura Soler, de ElPuntAvui, ha avanzado detalles de quién era este hombre que este fin de semana apareció flotando delante de la costa del Empordà. Soler, experta en sucesos y especializada en desapariciones, recuerda el caso de Batlle. El hombre que ahora tenía 66 años, el año 1980 tenía 23 y después de drogarse ingiriendo, presuntamente, una seta alucinógena, apareció, desorientado, en un bosque de Suiza.

No sabía ni quién era ni cómo se llamaba. La foto del hombre inundaron los medios de comunicación de aquel momento. La pericia de un policía de la frontera española-francesa, que recordó haber visto el pasaporte de aquel hombre, lo pudo situar y lo pudieron devolver a Catalunya. En aquel momento se le bautizó como "el hombre del bosque" y ahora se lo ha encontrado muerto en el mar.