Tragedia familiar en el sureste de Irán. Un hombre de 30 años ha matado doce miembros de su familia, entre ellos su padre y su hermano, además de varios menores, durante un tiroteo después de una discusión este sábado por la tarde. El sospechoso huyó después de la masacre, pero fue interceptado por la policía de la ciudad de Faryab, en la provincia de Kerman, donde tuvo lugar la matanza. El hombre se resistió al arresto, enfrentándose con los agentes que tuvieron que reducirlo a tiros después de la persecución. Según las autoridades locales, el hombre acabó muriendo poco después a causa de las heridas.

Atacó a la familia con un Kaláshnikov

Las primeras informaciones apuntan a una discusión o disputa entre el hombre y algunos miembros de su familia, por motivos que no han trascendido. El hombre, a raíz de esta pelea, cogió un fusil de asalto Kaláshnikov y tiroteó a toda su familia. Entre los muertos constan su padre y su hermano, además de la mujer de este y varios niños, sin especificar el número exacto. Los medios locales también han informado sobre, al menos, tres heridos, pero no se sabe la gravedad de sus lesiones ni el estado en el que se encuentran.

En Irán, los ciudadanos solo pueden utilizar legalmente rifles de caza, muy habituales en las zonas rurales, como el distrito de Golashkerd donde está localizada la ciudad de Faryab, y para los que es necesario un permiso. De esta manera, los tiroteos masivos son algo inusual, y este en concreto ha estado calificado por las autoridades del país como el "más mortífero" de los que tienen constancia. Casualmente, el pasado mes de enero hubo otro tiroteo. En aquel caso, el autor fue un recluta del ejército, quien abrió fuego en la base militar donde estaba estacionado, matando a otros cinco soldados antes de huir.