Joaquin Martins, uno de los hermanos de Antonio Anglés, ha sido detenido este 27 de febrero acusado de haber secuestrado a un hombre en la localidad valenciana de Montserrat. Martins se cambió el nombre después de que su hermano quedara acusado del triple crimen de las niñas de Alcàsser, pero, por lo visto, la inclinación hacia el crimen es un rasgo de familia. La Guardia Civil ha arrestado a cuatro personas más, y los cinco se enfrentan a cargos por los delitos de detención ilegal, lesiones, falsedad documental y pertenencia a una organización criminal.

Secuestraron y apalearon a una persona

Los hechos de los cuales se les acusa tuvieron lugar el 29 de noviembre del 2021. Aquel día, Martins y los otros cuatro hombres, todos de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 26 y los 45 años, siguieron a un hombre, vecino de la localidad de Montserrat, para después hacerle subir a la fuerza a la furgoneta en la cual se desplazaban. Otro vecino que paseaba por los alrededores fue testigo del suceso, y lo denunció a la Guardia Civil de Valencia.

Poco después del secuestro, los agentes encontraron a la víctima abandonada en una cuneta. Le habían propinado una paliza, y le habían dejado tirado cerca de la carretera, completamente desnudo y sin sus pertenencias. La víctima tuvo que ser trasladada al Hospital General de Valencia, donde permaneció ingresada mientras se recuperaba de las lesiones que le habían infligido.

El grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia inició una investigación para determinar la identidad de los delincuentes. La víctima no pudo hacer más que dar unas vagas descripciones, ya que no conocía a los hombres y estos llevaban la cara cubierta. Más de un año después, sin embargo, las perquisiciones de la policía han dado sus frutos y han podido detener a Martins y a los cuatro compañeros.

No es la primera vez que le detienen

Joaquin Martins, antes conocido como Mauricio Anglés, ya ha tenido problemas con la justicia con anterioridad. La Audiencia Provincial de Valencia lo absolvió, a él y a otros dos hermanos, de un delito de extorsión a otro delincuente, no hace aún tres años. Todos los hermanos de Antonio Anglés se han cambiado el apellido para evitar ser relacionados con él; el acusado de haber asesinado a las niñas Míriam, Desireé y Toñi, junto con Miquel Ricart, continúa fugado de la justicia más de treinta años después de haber cometido el macabro crimen.