El cuerpo sin vida de un hombre de 43 años ha aparecido en la orilla del río Sil, en O Barco de Valdeorras, en la provincia de Ourense. El hallazgo ha creado una gran expectación en la zona, por lo inusual del caso, este jueves hacia las ocho de la tarde. Hasta el lugar se trasladaron una patrulla de la Policía Local que dieron aviso a la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación del deceso. También se desplazaron los Bomberos de Valdeorras y los servicios sanitarios, que al llegar solo pudieron certificar su muerte. Ya se ha procedido a realizar el levantamiento del cadáver y en estos momentos ha sido llevado al departamento forense para realizarle la autopsia y averiguar las causas de la muerte.

El hombre encontado en las proximidades del Paseo do Malecón, en el municipio gallego de O Barco de Valdeorras, tenía 43 años en el momento de la muerte. Además, según ha adelantado La Voz de Galicia, se trata de un sin techo que rondaba por la zona y habría salido de prisión hacía pocos días. Sin embargo, todavía no ha trascendido su identidad ni las causas por las cuales acabó entre rejas. El cadáver, del cual tampoco se ha especificado si tenía signos de violencia o no, ha viajado a Ourense, la capital provincial, para realizarle la autopsia y aclarar las circunstancias de la defunción.

Cadáveres encontrados en el agua

Al principio de mes, en el río Segre, en Lleida, hallaron a dos personas muertas flotando en el agua. Una de las víctimas era un hombre de 32 años y nacionalidad venezolana, que fue encontrado en el parque de la Mitjana de la ciudad y el otro en el Canal de Seròs. En estos casos no presentaban signos de criminalidad, por lo cual la investigación de los Mossos d'Esquadra se centró al determinar si se trataba de un accidente o de un posible suicidio.

Por otra parte, a finales de marzo, los pescadores de Dénia (Alicante) también sufrieron un hallazgo muy macabro cuando faenaban en alta mar. En las redes se entrelazaron dos cadáveres. La Guardia Civil abrió una investigación al respecto, pero todo apuntaba a que eran inmigrantes que cayeron al mar después de un naufragio de la patera o en algún momento fuerte de las olas cuando intentaban llegar a la costa española desde el norte de África.