La investigación llevada a cabo por la Guardia Urbana de Barcelona sobre el accidente en que murió un motorista en la Travessera de Dalt ha concluido que fue provocado por un agente del cuerpo municipal que conducía un coche no logotipado y estaba de servicio. Así figura en el informe que la Unidad de Investigación y Prevención de Accidentalidad (UIPA) ha entregado este viernes al juzgado de instrucción número 4 de Barcelona, aunque el magistrado derivó hace unos días el caso a la Guardia Civil. De esta forma, según explica Betevé, el atestado coincide con la versión de la familia de la víctima, que aseguraba que había sido el coche de la Guardia Urbana quien había embestido al motorista.
El agente cometió una infracción y provocó el accidente
El informe elaborado por la misma Guardia Urbana de Barcelona apunta que fue uno de sus agentes el culpable de provocar el accidente a causa de una infracción grave al dar un giro de forma imprudente en el cruce| entre la Travessera de Dalt y la calle Verdi, en el distrito de Gracia de la ciudad. Los hechos tuvieron lugar hacia las seis de la madrugada del 26 de enero y, fruto del impacto, el motorista quedó gravemente herido con una fractura en el cráneo. Fue trasladado al Hospital Clínico, donde acabó muriendo cuatro días después, el 30 de enero, por la gravedad de las heridas.
El hecho que pasaran cuatro días entre el accidente y la muerte del motorista hace que no se considere como víctima de un accidente de tráfico y no figure como tal en los registros oficiales. Según el criterio establecido por la Dirección General de Tráfico (DGT), que utilizan todos los cuerpos policiales, para considerarse una víctima de accidente de tráfico, la muerte se tiene que producir al acto o durante las siguientes 24 horas. En el caso de estar más de 48 horas en un centro hospitalario, se registra como muy grave y se mantiene así, aunque después la víctima acabe muriendo.