Un hombre ve un control policial en Sitges (Barcelona), sale corriendo del coche e intenta esconderse en un bosque cercano para no ser detenido. Aun así, no lo logró, y sus esfuerzos por bajar por un barranco y llegar a una zona de difícil acceso tampoco funcionaron. El fugitivo, de 40 años y nacionalidad albanesa, fue detenido, finalmente, por la Guardia Civil el pasado sábado 3 de febrero tras zafarse de los agentes en la autovía C-31, a la altura de este municipio barcelonés. Pero no solo fue arrestado por saltarse el control, sino que al ser identificado observaron que al individuo le constaban dos órdenes de detención, una de ingreso en prisión y otra de expulsión del país.
Según han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, además de la orden de expulsión del país por tener causas pendientes por pertenencia a organización criminal y delitos relacionados con el patrimonio, tenía una orden emitida por Italia en la cual le constaba la prohibición expresa de entrar en el Espacio Schengen. Algo que se saltó completamente al ser capturado en Sitges el sábado 3 de febrero. Pero todo esto lo descubrieron más tarde los agentes, cuando consiguieron localizarlo entre la vegetación del bosque donde se había zafado, lo identificaron y, por lo tanto, accedieron a su historial. Para el arresto, la Guardia Civil necesitó desplegar agentes que en aquellos momentos estaban realizando un dispositivo operativo de prevención de delincuencia organizada en la C-31.
Así ha sido la persecución por Sitges
Los policías, que estaban orientados en aquel momento a la detección de mafias dedicadas a las armas y las drogas, fundamentalmente, vieron como una persona, el hombre albanés de 40 años, que todavía no había atravesado el control, abandonó su vehículo y empezó a correr en dirección contraria. Primero se deslizó por un barranco, mientras los guardias civiles le ordenaban que se detuviera, instrucción que omitió completamente. Los agentes lo persiguieron a pie por la zona boscosa y con escasa visibilidad, dado que era prácticamente de noche y estaban desapareciendo los últimos rayos de sol.
En un primer momento, al capturarlo entre la vegetación, fue detenido por los delitos de desobediencia grave y lesiones. Este último porque, en el arresto, forcejeó con uno de los agentes, a quien provocó heridas leves en la muñeca. Más tarde descubrieron la causa de la huida y el nerviosismo manifiesto del hombre al ver el control de la Guardia Civil: le constaban dos órdenes de detención, una de ingreso en la prisión y otra de expulsión del país, además de la prohibición de entrar en el Espacio Schengen -que engloba toda la Unión Europea (UE) excepto Rumanía, Bulgaria, Irlanda y Chipre.