La fiscalía de Roma, encargada del caso de la muerte de Michele Noschese, más conocido con el sobrenombre de DJ Godzi, ha abierto una investigación por un posible caso de homicidio involuntario que puede afectar a la Guardia Civil. Noschese, natural de Nápoles que hacía una década que vivía en la isla Balear, murió entre la noche del 19 y el 20 de julio en Eivissa mientras el cuerpo policial hacía una entrada en su casa. La versión de la Guardia Civil es que el hombre murió de una sobredosis después de haber consumido drogas, pero los parientes de la víctima defendían que se trataba de un homicidio a causa de los golpes que los agentes dieron al disc-jockey durante la entrada a su hogar.
El productor y DJ de 35 años murió en una fiesta que se celebraba en su casa en la isla, donde varios agentes de la Guardia Civil tuvieron que entrar después de recibir quejas de los vecinos por el ruido que estaban haciendo. La visita, que en principio solo buscaba pedir que bajaran la música y no hicieran jaleo, acabó con golpes y empujones entre los policías y los asistentes de la fiesta. Según los padres de la víctima, los policías dieron dos puñetazos en la cara y otro en la espalda a su hijo, quien no recibió en ningún momento ningún tipo de asistencia sanitaria.
La autopsia da la razón a la Guardia Civil
Ahora el padre informa de que la fiscalía de Roma ha decidido abrir una investigación por un supuesto homicidio involuntario, aunque no se ha hecho público a quien afecta a esta acusación penal. Mientras que los familiares del DJ afirman que "la agresión policial desproporcionada" fue la causa de la muerte, el cuerpo de la Guardia Civil mantiene que el joven murió por un abuso de las drogas y que los agentes que estuvieron en su casa durante aquella noche no tienen nada que ver con el hecho de que el napolitano perdiera la vida. La primera autopsia, hecha en Eivissa, no encontró señales visibles de violencia, y atribuye la muerte a una posible sobredosis, lo que refuerza la posición de los policías.