La Guàrdia Urbana de Tarragona consiguió entrar este martes, 22 de octubre, en una finca privada del municipio que unos ladrones habían convertido en su vertedero particular. Dentro de la propiedad, que se encontraba en estado de abandono, de insalubridad y lleno de suciedad, se encontraron restos vinculados con la sustracción de cableado de alumbrado público de Tarragona, como cajas de conexión, tramos de cable y tapas de farolas de algunas urbanizaciones de la ciudad. También se encontró un quemador de cable junto a la finca, al cual se accedía a través de un paso habilitado, donde también se encontraron cables y fundas de cable de cobre que son coincidentes con los otros restos. Además, también se pudo intervenir maquinaria compatible con la actividad delictiva, como para el corte y la manipulación del cable.
Más allá de los elementos vinculados al robo de cableado de cobre del alumbrado público, también se encontraron un patinete eléctrico sustraído en Barcelona, una bicicleta de montaña, un generador de gasolina o una fumigadora, entre otros objetos robados. También se pudieron encontrar unas vallas perimetrales de hierro fundido que, después de hacer varias gestiones, se comprobó que formaban parte de una oferta pública que una empresa de Madrid hizo a varias administraciones, entre las cuales hay tres poblaciones de la provincia de Tarragona. Desde la Guàrdia Urbana ya se ha contactado con Fecsa, Endesa y Adif para determinar qué materiales de los que se han encontrado les pertenecen.
Riesgo de incendio y dos perros en condiciones deplorables
Por su parte, los departamentos de Medio Ambiente, Limpieza y Salud Pública del Ayuntamiento levantaron varias actas administrativas, ya que la finca estaba llena de material peligroso y contaminante que, además, suponía un elevado riesgo de incendio. Varios vecinos también han apuntado de la presencia de dos perros de raza peligrosa que vivirían en la finca en condiciones deplorables, aunque en el momento del registro no estaban. De todos modos, desde el consistorio se hará un seguimiento del caso por posible maltrato animal. La Guardia Urbana, después de la intervención, ha podido identificar al autor de los robos, a quien se le acusa de usurpación y receptación, ya que tampoco tenía ningún contrato por el cual pudiera ocupar la finca.