Estas fiestas hay muchas fechas señaladas en las que varios de nosotros estaremos comiendo o cenando con nuestros amigos o familia, seres queridos al fin y al cabo. En algunas de estas reuniones se consume alcohol y es muy importante no conducir bajo ningún concepto después de beber.

La Dirección General de Tráfico (DGT) es una organización creada para legislar sobre lo que se puede y no se puede hacer en las calles y carreteras españolas para minimizar los riesgos para los conductores, sus acompañantes y los peatones.

De hecho, las normas de seguridad vial están siendo siempre evaluadas y estudiadas. El objetivo es el de mejorar siempre las condiciones para que las carreteras sean un entorno lo más seguro posible. El objetivo siempre es el de reducir los accidentes al máximo.

Las normas y sanciones de la DGT sobre el consumo de alcohol y otras drogas

La policía seguirá sancionando con mucha dureza a las personas que decidan saltarse la ley. El consumo de alcohol y otras drogas puede ser sumamente peligroso en la carretera, ya que alteran los sentidos del conductor y aumentan considerablemente las posibilidades de sufrir un accidente.

Por conducir bajo el efecto de las drogas el infractor se puede enfrentar a unas multas sumamente importantes y no únicamente a una sanción económica. Algunos conductores imprudentes pueden ser sancionados con penas de prisión si superan algunos límites.

Prueba control de alcoholemia

Test de alcoholemia / Pixabay

En el caso de superar la tasa de 0,5 mg de aire aspirado el conductor será sancionado con una multa de 1.000 euros y se le retirarán seis puntos de su carnet de conducir. Si el alcoholímetro marca una cifra de entre 0,25 y 0,5 la sanción será de 500 euros y cuatro puntos.

Si la marca del conductor supera los 0,6 mg se considerará un delito contra la seguridad vial y podría suponer una pena de cárcel de tres a seis meses con multas superiores a los 1.000 euros. Además, el carnet de conducir se le retirará al infractor.

Las otras drogas también son sancionadas

No únicamente el alcohol es peligroso en las carreteras. También lo son otras sustancias estupefacientes y la DGT sancionará de manera ejemplar a los conductores que hayan consumido alguna antes de sentarse en el asiento del conductor de su vehículo.

Si alguien da positivo en los test de droga se enfrentará a un delito contra el tráfico, que supone una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carnet de conducir. Según los datos de la DGT, casi la mitad de las personas que sufrieron un accidente en 2020 (48,7%) lo hicieron bajo los efectos de alguna droga.

Son datos contra los que la DGT quiere luchar. Pese a que los desplazamientos en carretera han bajado considerablemente por la pandemia sigue habiendo demasiadas víctimas de tráfico. Aunque los datos reflejen que hay menos accidentes, el objetivo de las autoridades es seguir reduciéndolos y concienciar a los conductores para que sean responsables al volante.