Ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático son los síntomas de Daphna y Alexander Cardinale, una pareja de California, Estados Unidos. Un error en una clínica de reproducción asistida cuando hicieron la fecundación in vitro hizo que tuviesen la bebé de otra pareja, con la que se intercambiaron las hijas cuatro meses después, tras darse cuenta.
Fecundación 'in vitro' fallida: embriones intercambiados
La denuncia, que se ha hecho pública esta semana, se remonta a hechos de verano de 2018, cuando la pareja Cardinale acudió al California Center for Reproductive Health -Centro de Salud Reproductiva de California- para buscar ayuda y consejo.
Tras un largo tratamiento, en que el material biológico de la pareja se utilizó para crear un embrión que luego se implanta en el útero, Daphna se quedó embarazada y dio a luz en septiembre de 2019.
Pero en el parto se dieron cuenta de que la bebé tenía “la piel mucho más oscura”, cosa que hacía casi imposible que fuese su hija, dado que los dos son blancos. “Fue tan chocante que Alexander se alejó varios pasos de la mesa de partos y se apoyó contra la pared”, describe la demanda, según la BBC.
Un error en la clínica de reproducción asistida
Ante las dudas, la pareja se hizo casi dos meses después una prueba de ADN, y los resultados determinaron que no estaban relacionados biológicamente con la bebé. En estado de shock y a toda prisa acudieron al mismo centro donde ahora ya sabían que se había producido un error.
En el mismo California Center for Reproductive Health, que tiene la sede en Los Ángeles, les ayudó a encontrar a la otra pareja involucrada, con la que los empleados del centro habían intercambiado los embriones y que habían dado a luz a la niña de los Cardinale una semana más tarde que ellos.
Intercambio de bebés cuatro meses después del parto
Todo este proceso se alargó hasta cuatro meses tras el nacimiento de las dos bebés, y en enero de 2020, ambas parejas decidieron iniciar un proceso legal para intercambiar a las pequeñas.
“En lugar de amamantar a mi propia hija, amamanté y me uní a una bebé que luego me vi obligada a entregar”, explicaba este lunes Daphna Cardinale en una rueda de prensa, en la que anunciaban la demanda.
En el mismo comunicado, añadía: “Nuestros recuerdos del parto siempre estarán manchados por la enfermiza realidad de que nuestra hija biológica fue entregada a otra persona, y la bebé que luché por traer a este mundo no era mía”, tras lo que sentenciaba que le “robaron la capacidad de traer al mundo a su propio hijo”.
'Madres paralelas' de Almodóvar en el mundo real
Es por eso que los Cardinale han demandado por mala práctica médica, negligencia y ocultación dolosa a la clínica de reproducción asistida a la que asistieron, el California Center for Reproductive Health -Centro de Salud Reproductiva de California- y a In VitroTech Labs, un laboratorio de embriología.
Según la familia, este incidente ha sido especialmente complicado para su primera hija en común, que solo tiene siete años y le ha costado entender y asumir el intercambio de las bebés. Tanto Daphna como Alexander están en tratamiento por “síntomas de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático”, según la demanda.
Este caso recuerda a la recién estrenada película de Pedro Almodóvar, Madres Paralelas, que relata un intercambio de bebés entre dos madres solteras que se hacen amigas en el hospital.
Desgraciadamente, este no es el primer caso en el que se produce un error durante el proceso de fecundación in vitro, un procedimiento que funcionó por primera vez en 1978 con la niña probeta Louise Brown en el hospital de Oldham, Reino Unido.
Este método recoge óvulos de la mujer y los fertiliza con el esperma del hombre en un laboratorio, dando lugar a un embrión que luego se implanta en el útero de la gestante.