La historia se repite. El jugador de rugby británico Levi Davis, de 24 años, ha desaparecido en Barcelona. Su familia y amigos hace una semana que no tienen noticias suyas, desde que salió una noche de fiesta por una zona turística de la capital catalana. La desaparición se produce pocas semanas después de que otro jugador de rugby, el australiano Liam Hampson, apareciera muerto en la Sala Apolo después de caer por un agujero de diez metros.
Levi Davis fue visto por última vez durante la madrugada del sábado de la semana pasada tomando unas copas con unos amigos en el 'The Old Irish Pub', un local ubicado en la Rambla, según explica The Sun. Desde entonces nadie ha sabido nada de él. La familia está desesperada para saber si está bien y pide que cualquier persona que sepa alguna cosa contacte con ellos. Ya se han puesto en contacto con las autoridades españolas para denunciar la desaparición y se ha abierto una investigación con el fin de encontrarlo.
Levi Davis es el primer jugador profesional de rugby que se declara bisexual
En un mundo como el deportivo en que la homosexualidad está mal vista, Levi Davis fue el primer jugador profesional de rugby que salió del armario públicamente. El chico reconoció en una entrevista en el año 2020 que había enviado un mensaje por WhatsApp a sus compañeros de equipo explicándoles que era bisexual. "Quiero ser abierto y honesto con vosotros chicos, como amigos y compañeros de equipo. Soy bisexual. Lo sé desde qué tenía 18 años", decía el mensaje que les envió.
Además de su carrera como jugador de rugby, Levi Davis también era famoso por haber aparecido en diferentes programas en la televisión británica. El año 2019 fue uno de los concursantes a 'X Factor: Celebrity', un concurso donde los famosos se convierten en bailarines. En el 2020 también apareció a 'Celebs Go Virtual Dating', la edición especial durante la pandemia de un programa de citas.
El jugador de rugby australiano Liam Hampson aparece muerto en la Sala Apolo de Barcelona
La desaparición de Levi Davis en Barcelona se produce solo unas semanas después de la de otro jugador de rugby, el australiano Liam Hampson. El hombre estuvo desaparecido durante 30 horas hasta que su cadáver fue encontrado en la Sala Apolo. El jugador había salido de fiesta con unos amigos en este local de la capital catalana cuando salió a una terraza para mear y no pudo volver a entrar porque las puertas habían quedado cerradas.
Según se pudo comprobar en las cámaras de seguridad del local, Hampson vio un muro de metro cincuenta y lo saltó, cayéndose a un agujero de diez metros por donde pasan los conductos. Los trabajadores de la Sala Apolo encontraron el cadáver en el fondo de este espacio al día siguiente, cuándo su teléfono móvil empezó a sonar porque sus amigos lo estaban llamando. Su muerte generó una gran conmoción en Australia.