El cuerpo mutilado de Natalia M., colombiana de 46 años, aparecía flotando en una playa de Marbella (Málaga) el pasado 8 de enero. El que ya se ha confirmado como el quinto crimen machista desde el inicio del 2023 ha sido especialmente macabro, al haberse encontrado el cadáver descuartizado, con las manos y la cabeza cortados en un intento de evitar su identificación. Su ex-pareja, Leonel H., de 45 años y nacionalidad también colombiana, era detenido por la Policía Nacional poco después, y ha acabado confesando el asesinato.

Ahora, la familia de Natalia ha pedido ayuda por las redes sociales para recaudar los fondos necesarios para poder devolver su cuerpo a Colombia, donde residen sus dos hijos mayores. "Solicitamos ayuda humanitaria para que sus hijos puedan reclamar el cuerpo", ha asegurado a una de las sobrinas de la víctima. "Queremos una sepultura digna", ha añadido.

Tenía una orden de alejamiento

La relación entre Natalia y Leonel acabó porque éste la maltrataba. De hecho, ya había sido condenado a seis meses de prisión por este motivo, aunque la pena quedó conmutada por dieciséis meses de alejamiento. El presunto asesino rompió la orden y llamó por teléfono a Natalia en repetidas ocasiones, amenazándola de muerte si no volvía con él.

Después de que uno de los hermanos de la víctima identificara su cuerpo a través de un vídeo que circulaba por las redes, la Policía detuvo a Leonel, quien acabó admitiendo que la había matado, descuartizado y tirado al mar. La principal hipótesis de los agentes es que la asesinó porque ella se negaba a retomar su relación, que había durado solo cinco meses, y que la mutiló para dificultar que fuera identificada.

Tenía un cómplice

Leonel H. no actuó solo. Según informa la agencia EFE, el presunto asesino de Natalia contó con la ayuda de un segundo hombre, un amigo suyo que le habría asistido a la hora de cometer el crimen. Este segundo sospechoso ha quedado en libertad provisional con la prohibición de abandonar el país, y está investigado por un presunto delito de cooperación en un asesinato.

Por su parte, la ex-pareja de Natalia ha ingresado en prisión de manera provisional, comunicada y sin fianza acusado de los delitos de asesinato y ruptura de una condena de alejamiento. A estas alturas los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), junto con miembros del Servicio Marítimo, están tratando de encontrar los restos del cuerpo de la víctima por los alrededores de las playas de Elviria y Las Chapas.