Nuevo incendio provocado por un patinete eléctrico en Catalunya. En esta ocasión, el fuego ha provocado que los vecinos de un edificio en el número 6 de la plaza de Bertran Morros de Calaf, en Anoia, hayan tenido que quedarse encerrados en casa sin poder salir. Los hechos tuvieron lugar este viernes en torno a las siete de la tarde y los Bomberos de la Generalitat tuvieron que activar tres dotaciones para apagar las llamas e impedir que fueran a más.

Al llegar, comprobaron que el fuego había sido provocado por la explosión de un patinete eléctrico y que las llamas se estaban extendiendo por el rellano de este edificio de tres plantas, según ha adelantado Regió7. El incendio generó una gran columna de humo en el interior del inmueble que fue subiendo por la escalera comunitaria y obligó a todos los vecinos a quedarse confinados en casa sin poder salir a la calle. Al cabo de dos horas, el fuego había sido extinguido y se había ventilado el interior del edificio, devolviendo la normalidad a las vidas de los vecinos.

Los patinetes eléctricos han provocado varios incendios en los últimos meses

Hace un par de semanas, el 13 de enero, la explosión de otro patinete eléctrico provocó un incendio en un edificio de l'Hospitalet de Llobregat que acabó con 21 personas heridas de diversa gravedad, seis de las cuales tuvieron que ser trasladadas a un centro hospitalario. Anteriormente, también se habían vivido otros episodios de patinetes incendiados en el transporte público. El 17 de noviembre de 2022, un tren de FGC tuvo que parar en su recorrido en Sant Boi de Llobregat por el incendio de uno de estos vehículos de movilidad personal.

Los patinetes eléctricos, prohibidos al transporte público

Precisamente este incidente en el vagón de FGC provocó que el ATM haya decidido la prohibición temporal de subir al transporte público con patinete eléctrico. Una medida que entrará en vigor el próximo 1 de febrero para "garantizar al máximo la seguridad de los usuarios" y que durará seis meses, en los cuales se estudiará la forma de reducir al máximo el riesgo de incendio de las baterías de estos vehículos. Incumplir la prohibición puede comportar multas de 200 euros.