Investigadores de la University of Washington and the Kinsey Institute han descubierto que las personas con resaca, sobre todo los hombres, presentan un mayor deseo sexual, mayoritariamente incontrolable.
Un estudio relaciona resaca y deseo sexual descontrolado
Muchos se sentirán identificados con los típicos síntomas consecuencia de una noche de desenfreno: náuseas, dolor de cabeza, mareos... Y a estas dolencias se añade el deseo sexual. Despertarse con una erección más grande que la normal tras unos cuantos cubatas ahora tiene explicación científica.

Cama desecha / Pixabay
El estudio de esta universidad estadounidense ha demostrado que los hombres que han consumido alcohol o que tienen restos de alcohol en sangre son muchas veces incapaces de controlar las erecciones o el deseo sexual ante un estímulo.
Alcohol en sangre después de la fiesta
De ahí se deriva la evidencia de que las personas con resaca son más propensas a tener más ganas de sexo.
“El consumo de alcohol produce un efecto de desinhibición provocando que quien lo consuma muestre una actitud más sociable y liberada. Esto sucede porque afecta a la corteza cerebral, la encargada de acumular todos nuestros valores, creencias y limitaciones aprendidas así como a nuestro deseo sexual al sentirnos más desinhibidos y menos condicionados. Por eso, al despertar al día siguiente con restos de alcohol en sangre, es posible que nuestra respuesta sexual se siga viendo afectada”, explica al respecto el Director Clínico del Instituto Madrid de Sexología, Héctor Galván, a Código Nuevo.
Estímulos y recuerdos sexuales
Y si durante la noche ha habido estímulos a nivel sexual que no han podido ser satisfechos, al despertarnos medio alcoholizados, “los pensamientos y escenas sexuales sigan ahí" y nuestro cuerpo no es capaz de controlar los efectos o disminuirlos.

'Gin-tonic' / Wikimedia Commons
“En ocasiones es complicado diferenciar entre los efectos químicos que el alcohol produce de los psicológicos. Dependerá en gran parte de la persona y no de la situación en la que se encuentre, de si ha mantenido relaciones sexuales la noche anterior, no las mantuvo o se quedó con las ganas. Cabe la posibilidad de que algunas personas tengan más pensamientos en torno al sexo si la noche anterior ya se sentían excitados y finalmente no satisficieron su deseo. Sin embargo, en ningún caso podríamos decir que sea causa directa para mantener la excitación la mañana siguiente”, matiza el psicólogo.
Deseo no satisfecho
Cabe destacar que es un fenómeno distinto en las mujeres: “Muchos aseguran que el alcohol aumenta el deseo sexual y la libido en las mujeres, sin embargo, diferentes estudios demuestran que, por el contrario, reduciría los signos fisiológicos de la excitación. También es común que a las mujeres les perjudique más los efectos del alcohol y a su vez, les cueste más recuperarse de la resaca, lo cual afectaría directamente a su respuesta sexual”.
Por lo tanto, los restos de alcohol en sangre, que incapacitan los controles psicológicos sobre nuestros genitales, junto a estímulos y recuerdos de la noche anterior o la frustración de un deseo no satisfecho se convierten en un cóctel perfecto para despertarse con una sorpresa debajo de las sábanas.