Will Smith revoluciona de nuevo con sus memorias, materializadas en el libro Will. En uno de los capítulos, que ha llegado en primicia a los Estados Unidos, el reconocido actor ha revelado los inicios de su matrimonio con su mujer Jada Pinkett, con la que se casó en 1997, hace más de veinte años.

Will Smith revela sus vicios en los primeros meses de su matrimonio

"Bebíamos todos los días y hacíamos el amor cada día y en varias ocasiones, durante cuatro meses seguidos. Empecé a preguntarme si se trataba de una competición entre nosotros. Sea como fuere, yo solo me preocupaba por las dos posibilidades: una, que pudiera satisfacer sexualmente a mi mujer, y dos, que pudiera morir intentándolo", explica el artista estadounidense en uno de los capítulos más escandalosos de su autobiografía Will.

Will Smith / Instagram

Will Smith con su autobiografía, 'Will' / Instagram

De hecho, un capítulo entero de la publicación está centrado en estos meses de pasión con la actriz, en los que parecían competir para satisfacerse mutuamente sin descanso.

Sin embargo, esta no es la primera vez que habla de su vida sexual en público. En una entrevista con la famosa presentadora Oprah Winfrey ya detalló lo "espectacular" que fue este inicio de su convivencia y vida en común.

Alcohol y noches de sexo desenfrenado

"Esos primeros días fueron espectaculares, podía prolongarse durante cuatro horas. Es el centro de por qué hemos sido capaces de mantener viva nuestra convivencia y de seguir juntos a día de hoy. Nunca hemos pretendido sacarle toda la energía al otro, es como la habilidad que tenemos para trabajar juntos y resolver nuestros problemas", se sinceraba con la presentadora.

Pero esta no es la única confesión de las memorias que ha dejado en shock a los fans del actor. Antes de su publicación -prevista en España para el 1 de diciembre-, la revista People tuvo acceso a varios fragmentos del relato, en los que Smith también confesaba que se había planteado cometer un asesinato.

Confiesa haber pensado en asesinato

"Cuando tenía nueve años, vi a mi padre pegar a mi madre en la cabeza con tanta fuerza que se cayó, casi inconsciente. La vi escupir sangre. Ese momento en esa habitación, probablemente más que cualquier otro momento de mi vida, ha definido quién soy", confesaba el protagonista de Men in Black.

Will Smith / Wikimedia

Imagen de archivo de Will Smith / Wikimedia

Fue ese suceso el que, según explica el actor, le creó una necesidad de venganza que le provocó pensamientos criminales derivados de la culpabilidad por no haber podido ayudar o defender a su madre.

Precisamente esta sed y el sentimiento de culpa le empujaron a pensar en matar a su padre, William Carroll Smith, al que también describe en sus memorias: "Mi padre era violento, pero también estaba en cada espectáculo, obra de teatro y recital. Era un alcohólico, pero estaba sobrio en cada estreno de cada una de mis películas".

Su padre maltratador

Tras separarse de la madre de Smith, a la que maltrataba, consiguió mantener la relación con su hijo famoso.

En Will, el actor asegura que su padre "escuchó cada disco y visitó todos los estudios... La misma violencia que aterrorizó a su familia puso comida en la mesa todas las noches de mi vida".

Y en 2016, cuando el hombre padecía un cáncer terminal, el intérprete vio su oportunidad: "Una noche, mientras lo sacaba con delicadeza de su habitación hacia el baño, una oscuridad surgió dentro de mí. El camino entre las dos habitaciones pasa por la parte superior de las escaleras. Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día lo haría, vengar a mi madre. Que cuando fuera lo suficientemente grande, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, lo mataría... Me detuve en la parte superior de las escaleras. Podría empujarlo hacia abajo y salirme con la mía fácilmente. Pero a medida que las décadas de dolor, ira y resentimiento desaparecieron, negué con la cabeza y le llevé al baño".

El hombre murió enfermo ese mismo año y en los mismos extractos Will Smith asegura que se dio cuenta de que su idea de venganza no tenía ninguna utilidad: "No hay nada que puedas recibir del mundo material que te genere paz interior o satisfacción", zanja el actor de Hollywood.