La familia de Esther, la mujer muerta en extrañas circunstancias en Traspinedo (Valladolid), pide que los culpables de los hechos se entreguen y confiesen qué pasó aquella noche. "El dolor que sentimos solo se irá de una manera: siendo valientes y explicando la verdad, explicando qué pasó aquella noche del 13 de enero", explica a su prima,
Esther López de la Rosa tenía 35 años cuando desapareció en este municipio de poco más de 1.000 habitantes. La investigación se puso en manos de la Guardia Civil y, en un primer momento, parecía que había sido víctima de una desaparición forzosa y, por este mismo motivo, detuvo a Ramón el Manitas como presunto autor de los hechos.
Cuando encontraron su cadáver e hicieron las autopsias, la investigación dio un giro de 180 grados. Aunque en un principio todo apuntaba a un crimen, al final todo apunta a que fue un accidente de tráfico. Los investigadores están buscando un todoterreno de color azul que, presuntamente, la atropelló y la dejó agonizando en una cuneta de la carretera del municipio.
"Ya nada será igual sin ella entre nosotros"
Así y todo, no descartan ninguna hipótesis, y más teniendo en cuenta los giros inesperados que ha hecho este caso. Este fin de semana, en Traspinedo, han hecho un acto de conmemoración y sus amigos y familiares, al cual han acudido más de 200 personas que han pedido que se haga justicia. "Han sido y siguen siendo las semanas más tristes y dolorosas de la historia reciente del municipio. Ya nada será igual sin ella entre nosotros", explica el alcalde, que todavía no da crédito a la trágica situación.
Piden que los culpables confiesen qué pasó la noche de la desaparición
"Quién esté detrás de todo eso, tendrá padres y posiblemente hijos y hermanos. Se me hace imposible que pueda mirarlos a la cara sabiendo que han quitado la vida a una persona inocente", explica su prima Sara, que ha aprovechado la ocasión para pedir que el culpable (o culpables) de su muerte confiese los hechos y explique qué pasó la noche que desapareció.
Investigación abierta en manos de la Guardia Civil
La Guardia Civil mantiene la investigación abierta y el caso se encuentra bajo secreto de sumario. Aunque cada vez tienen más clara la hipótesis del accidente, los agentes no sacan el ojo de los sospechosos: Ramón el Manitas, Óscar y Carolo (los dos últimos fueron las personas que la vieron por última vez). Cualquier persona que tenga alguna pista, que no dude a contactar con Emergencias 112, ya que la colaboración ciudadana es clave para averiguar más detalles de las circunstancias de la muerte de esta joven de 35 años.