El caso de la muerte de Esther en Traspinedo (Valladolid) no para de hacer giros inesperados. Según los médicos forenses, alguien movió su cuerpo, como mínimo, 24 horas después de que muriera, un hecho que hace saltar todas las alarmas, ya que los guardias civiles trabajaban con la hipótesis que el cuerpo de la joven de 35 años había sido casi un mes abandonado a la cuneta, unos hechos que ahora se vuelven a poner en duda.
Esther desapareció el 12 de enero a Traspinedo y el 5 de febrero encontraron su cadáver en extrañas circunstancias en una cuneta de una carretera. Los agentes tenían dos hipótesis principales sobre la mesa: un crimen o un accidente, pero ahora todo ha vuelto a cambiar.
Las dos hipótesis de la muerte de Esther: un crimen o un accidente
La primera: que alguien había puesto su cuerpo expresamente en la cuneta horas a fin de que fuera encontrado. La segunda: que hubiera sido víctima de un accidente de tráfico y que su cadáver hubiera estado en la cuneta los 24 días de desaparición sin que nadie la viera, una hipótesis poco probable, pero no imposible.
Varios vecinos que pasean por la zona diariamente explican que si el cuerpo de la joven de 35 años hubiera estado siempre allí, lo habrían visto. Así y todo, los guardias civiles pensaban que lo más probable era la hipótesis del accidente y que nadie hubiera visto el cuerpo los días que estuvo desaparecida.
Alguien puso su cuerpo en la cuneta de la carretera, como mínimo, 24 horas
No obstante, los médicos forenses ahora piensan que el cuerpo de Esther fue puesto en la cuneta de la carretera, como mínimo, 24 horas después de su muerte, según explican fuentes consultadas por Okdiario, donde aseguran que la joven de Traspinedo estuvo en una posición diferente de cuando fue encontrada las horas posteriores a la muerte, motivo por el cual los policías piensan que estaba en otro lugar y que fue puesta a posteriori.
Esther López de la Rosa
Así pues, el cuerpo de Esther López de la Rosa fue puesto en la cuneta donde fue encontrado, como mínimo, 24 horas después de su muerte. Así pues, los investigadores cada vez tienen más claro que su cadáver no estuvo tantos días allí sin que nadie la viera.
El caso está bajo secreto de sumario y no se descarta ninguna hipótesis
Se trata de uno de los casos más complicados de los últimos años y todas las líneas de investigación están abiertas. El caso está bajo secreto de sumario y los amigos y familiares de la víctima han pedido que los culpables confiesen y expliquen detalladamente qué pasó aquella noche de enero en este municipio de poco más de 1.000 habitantes.