Ramón el Manitas, fue el único detenido por la desaparición de Esther en Traspinedo (Valladolid). Han salido a la luz más detalles que explican como una cadena de mentiras, contradicciones e indicios hizo que se detuviera a este hombre cuando, actualmente, todo apunta a que es inocente. Así y todo, los investigadores remarcan la importancia de no bajar la guardia, ya que se pueden dar giros inesperados.
Esther López de la Rosa desapareció en Traspinedo el 12 de enero. Ramón el Manitas, un vecino de la zona donde fue vista por última vez, se convirtió en el principal sospechoso del caso. Estuvo seis días detenido hasta que, finalmente, la jueza del caso lo dejó en libertad con cargos, ya que no había pruebas suficientes para inculparlo.
Los antecedentes y el carácter violento de Ramón el Manitas
A pesar de la falta de pruebas, el carácter y los antecedentes violentos de este hombre, hicieron que estuviera en el punto de mira de la Guardia Civil, que todavía está investigando el caso para averiguar qué pasó aquella noche de enero. Como cualquier investigación de estas características, todas las hipótesis están sobre la mesa, pero los policías cada vez tienen más claro que este vecino del municipio no tiene nada que ver con la muerte de Esther López de la Rosa.
De hecho, esta falta de pruebas se ha visto reflejada en sus medidas cautelares. Si antes tenía que ir diariamente a los juzgados y no podía salir de la provincia de Valladolid, ahora estas medidas han cambiado: solo tiene prohibido salir de España y debe avisar de cualquier cambio de domicilio.
Las mentiras y contradicciones que aceleraron la detención de Ramón
Aunque no había ninguna prueba definitiva que demostrara la presunta implicación del Ramón en la desaparición de Esther, hubo varios fenómenos que jugaron en contra suya. El primero y más importante es que mintió y tuvo contradicciones en las declaraciones.
Un viaje en un país sin convenio de extradición
A todo eso se le tiene que sumar que la Guardia Civil descubrió que tenía pensado marcharse de España y que había comprado unos billetes para un país que no tiene convenio de extradición. Aunque este viaje lo tenía pendiente desde antes de la desaparición de la joven de 35 años, estos hechos hicieron saltar todas las alarmas.
"Con el paso de las semanas, ha dejado de ser un personaje prioritario a la investigación"
"Sería muy imprudente descartarlo completamente, porque el caso podría cambiar en cualquier momento. No obstante, se tiene que reconocer que con el paso de las semanas, ha dejado de ser un personaje prioritario a la investigación", concluyen fuentes policiales en Okdiario.