Las estafas telefónicas son cada vez más habituales. Acostumbran a estar muy trabajadas para evitar que se puedan detectar y se pueden hacer de muchas maneras diferentes. El más habitual es el 'smishing', donde los estafadores envían un SMS haciéndose pasar por alguna empresa y, con cualquier excusa, hacen cliquear en un enlace fraudulento por conseguir los datos personales o bancarios de las víctimas. Últimamente, también se están extendiendo los delincuentes que se hacen pasar por los hijos o por los jefes del trabajo. Pero más allá de los mensajes de texto, también están las llamadas telefónicas. Si hace unos días los Mossos alertaban de la estafa de la llamada al trabajo, ahora lo han hecho del fraude de la llamada perdida.

No se tiene que devolver una llamada perdida si no se conoce el número de teléfono

Según ha detallado la policía catalana en una publicación en sus redes sociales, los estafadores hacen una llamada perdida a la potencial víctima para ver si cae en la estafa. Si el usuario que recibe esta llamada decide devolverla para saber quién era, ya ha caído en la estafa. Al hacerlo, se activa un sistema de tarifación adicional extranjero y el coste de la llamada va al bolsillo del estafador. Por eso, desde los Mossos d'Esquadra recomiendan no devolver nunca la llamada a nadie que no tengamos guardado a nuestra agenda de contactos, si no reconocemos al usuario o si no estábamos esperando ninguna llamada en concreto.

Ante este tipo de estafa, desde la policía catalana tiran tres consejos básicos para no caer en el fraude. La primera advertencia es no confiar nunca en los números de teléfono que salgan en privado y no puedan ser identificados. De la misma manera, también se tiene que desconfiar de los números que tengan prefijos extranjeros. En segundo término, no se tiene que facilitar en ningún momento los datos personales y bancarios a nadie. Y en tercer lugar, no acceder a ningún enlace ni contratar ningún servicio sin antes haberlo corroborado con los canales oficiales de la entidad bancaria.