El actor norteamericano Arnold Schwarzenegger ha tenido que desembolsar una importante cantidad de dinero en las aduanas alemanas. El intérprete de Terminator llegó al aeropuerto de Múnich este miércoles por la tarde con un reloj valorado en 26.000 euros en el antebrazo, que el exgobernador de California pretendía subastar en la cumbre del clima que se celebrará este jueves en la localidad austríaca de Kitzbühel. Su problema fue no haber declarado el lujoso artículo, de la marca suiza Audemars Piguet, ya que es considerado un producto de importación.
Durante poco más de tres horas, Arnold Schwarzenegger estuvo retenido en el aeropuerto mientras los funcionarios le hacían todo tipo de preguntas personales, como cuántos hijos tiene, el nombre de su pareja, cuánto dinero tiene en el banco, entra otros, según ha informado el diario alemán Bild. Los trabajadores del aeropuerto reconocieron a Schwarzenegger, pero han asegurado a los medios que lo pararon durante un control aleatorio que nada tenía que ver con la identidad de la famosa estrella de Hollywood. El actor les intentó hacer entender que el reloj sería objeto de una subasta con finalidades benéficas, pero, hasta que no pagó la elevada multa que le exigían, no se pudo marchar.
Tuvo que ir a un banco
En el artículo de Bild, informan que el importe que tuvo que pagar por la importación no declarada del reloj a la Unión Europea, ascendía a los 35.000 euros. Encima de eso, también lo multaron, con el resultado de otros 5.000 euros desembolsados. El actor quería pagar los 40.000 euros, más del doble del importe original del reloj, con tarjeta de crédito. No obstante, los funcionarios de aduanas le dijeron que tenía que pagar sí o sí el 50% del importe en efectivo. Como no llevaba tanto dinero encima, un agente lo tuvo que acompañar a un banco.
Además, su pareja, que viajaba con él, no los pudo acompañar a la sucursal, para, siempre según Bild, asegurar que el actor "volviera al aeropuerto". Finalmente, se pudieron marchar, reloj incluido, pero perdieron la conexión a Austria. Así y todo, Schwarzenegger se ha mostrado optimista, y ha asegurado a los medios que tiene claro que llegará a tiempo para la gala benéfica donde tiene la intención de subastar este reloj que tantos quebraderos de cabeza le ha ocasionado en las últimas 24 horas.