Los Mossos d'Esquadra de Cambrils (Baix Camp) detuvieron el pasado domingo a un hombre de 56 años, acusado de haber cometido dos robos con fuerza, el segundo de ellos en grado de tentativa. El presunto ladrón es vecino de la urbanización Vilafortuny de esta localidad tarragonense, y entró a robar en la misma casa, situada a un par de números de distancia de su domicilio, con solo 24 horas de diferencia.

Escondió el botín en su jardín

El primer robo tuvo lugar el pasado sábado 18 de marzo, durante el cual el presunto ladrón se llevó un baúl y una bicicleta. Al día siguiente, alrededor de las nueve menos cuarto de la noche, el detenido decidió probar suerte nuevamente y volvió a la misma casa. Los inquilinos no estaban en el domicilio, pero otros vecinos que paseaban por la zona llamaron a los Mossos d'Esquadra alertando de que habían visto a un hombre saltando la valla de una de las casas de la urbanización.

Una patrulla de los Mossos se dirigió rápidamente hasta el sitio, y pillaron al hombre con las manos en la masa. Los agentes, después de pararle e interrogarle sobre qué hacía en aquella propiedad, le registraron. Encontraron las llaves de su vehículo, aparcado solo a unos metros. Al registrar el coche, encontraron en el maletero un baúl lleno de cajas vacías de teléfonos móviles, así como unos guantes de ciclismo que coincidían con la marca de la bicicleta sustraída el día anterior.

El hombre acabó confesando los hurtos, y explicó a los agentes que había escondido los objetos sustraídos en su jardín, en una casa situada muy cerca de la que asaltó. El detenido entregó todo el botín robado a la policía, quien lo pudo devolver a sus propietarios. Por otra parte, el acusado pasó a disposición judicial del juzgado en funciones de guardia de Reus y quedó puesto en libertad con cargos.

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La bicicleta sustraída durante el primer robo | Mossos d'Esquadra.