Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Sabadell recibieron el pasado miércoles, 22 de octubre, a una familia que denunciaba la desaparición de una persona. Inmediatamente, los agentes iniciaron un dispositivo de búsqueda para localizar al hombre, que se encontraba en paradero desconocido. En el operativo, aparte de participar los agentes de la Unitat de Seguertat Ciutadana, participó también la Unitat Aèria, donde se incorporó el helicóptero de los Mossos d'Esquadra para hacer una búsqueda desde el aire y aumentar las posibilidades de encontrar a la persona desaparecida.
Cuando faltaban pocos minutos para las diez de la noche, el agente que pilotaba el helicóptero informó a los compañeros que estaban en tierra que, desde un bloque de pisos de Sabadell (Barcelona) alguien lo estaba iluminando en reiteradas ocasiones con un haz de luz, molestándolo y dificultando sus tareas de búsqueda. El piloto dio las coordenadas, y una patrulla de la comisaría de Sabadell consiguió localizar al hombre que habría proyectado el haz de luz, el cual reconoció los hechos y les entregó el puntero láser que usó para molestar al piloto.
Proyectar con un láser hacia una aeronave es un hecho muy peligroso, que podría comportar que el piloto se desestabilice y pierda el control. Por suerte, en este caso, el puntero láser no molestó al agente de los Mossos d'Esquadra, que pudo seguir haciendo su tarea con normalidad. La persona desaparecida fue localizada al día siguiente, jueves, 23 de octubre, y fue trasladada a un centro hospitalario.
Sanciones de hasta 600.000 euros
Aunque enfocar a alguien con un haz de luz mientras conduce —o, en este caso, pilota- es un acto que conlleva un grave riesgo, no se considera un delito, sino una denuncia administrativa. Según regula la Ley Orgánica de protección de la seguridad ciudadana, se considera una infracción muy grave deslumbrar, mediante cualquier dispositivo, a los pilotos o conductores de cualquier medio de transporte, ya que puede distraer su atención y provocar accidentes.
El hombre de Sabadell que quiso hacer la gracia de molestar a los Mossos d'Esquadra, del cual no se conoce la edad, la nacionalidad ni los antecedentes policiales, se enfrenta ahora a una denuncia administrativa, por la cual podría ser sancionado con multas de entre 30.000 a 600.000 euros.