Más allá de los robos con tirones en medio de la calle o de los carteristas que aprovechan la aglomeración de gente en el transporte público, los restaurantes también son escenario propicio para los ladrones que quieren hacer de las suyas. Es muy común que, con la distracción al comer, los comensales pierdan de vista o no presten la suficiente atención a sus pertenencias, cosa que los delincuentes aprovechan para hurtar al descuido. A veces, se trata de más de un ladrón, que trabajan compinchados para distraer a la víctima y robarle sin que se dé cuenta de ello hasta que ya es demasiado tarde. Eso es lo que tres ladrones han intentado en Barcelona, pero los tres han acabado detenidos.
Los hechos tuvieron lugar este martes, 25 de marzo, es un establecimiento de restauración del distrito del Eixample, en el corazón de la capital catalana. Los tres individuos se coordinaron para poder engañar a una cliente y distraerla mientras uno de ellos aprovechaba para meter la mano dentro de su bolso y robarle el teléfono móvil. Con lo que no contaban los delincuentes, sin embargo, es que su actitud sospechosa ya había llamado la atención de una patrulla de paisano de la Guardia Urbana que estaba presenciando toda la escena desde la cristalera del exterior del comercio.
Detenidos al salir del local
Los ladrones, pensando que habían conseguido su objetivo y que se llevarían el teléfono móvil sin que la víctima se diera cuenta de ello, se dirigieron a la puerta y salieron a la calle. Tan pronto como pisaron la vía pública, sin embargo, los agentes municipales los interceptaron y los detuvieron sin que pudieran escaparse. Los ladrones fueron trasladados a dependencias policías acusados del hurto, mientras que el teléfono móvil pudo ser recuperar y devuelto a su legítima propietaria.