A veces el más pequeño de los detalles puede ser el más importante y el que acabe dejando al descubierto a un delincuente. Eso es lo que ha pasado en Barcelona, donde unos ladrones se acabaron delatando solos al dejarse ver manipulando un teléfono móvil que estaba configurado en un idioma que aparentemente no era el suyo. Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, 7 de marzo, cuando una patrulla de paisano de la Guàrdia Urbana estaba haciendo tareas de seguridad ciudadana evitando posibles intentos de robo al transporte público y vieron cómo dos hombres subían de manera apresurada a un autobús a la altura del número 75 del paseo de Sant Gervasi.
Sus prisas para subir al autobús no es el que les llamó la atención, ya que podrían ir tarde a algún sitio y estaban a punto de perder el transporte, sino el hecho de que una vez ya estaban dentro empezaron a manipular un teléfono móvil que estaba en chino. Las características físicas de las dos personas no coincidían por nada con las de los ciudadanos de este país asiático, así que decidieron identificarlos y hacer las comprobaciones pertinentes ante las sospechas que podría tratarse de un aparato sustraído.
Lo habían robado de un restaurante cercano
Los agentes confirmaron que, como ya sospechaban, el móvil no era de ninguno de estos dos individuos, dos hombres mayores de edad, según han explicado fuentes municipales a ElCaso.com, aunque no han querido facilitar la nacionalidad. El teléfono pertenecía a un restaurante chino de la zona, que lo utilizaba para recibir pedidos. Pocos minutos antes, los dos hombres, aprovechando un descuido, lo habían robado y habían cogido el autobús para huir con él y evitar que los trabajadores del local los pudieran perseguir. Por eso, los dos ladrones quedaron detenidos acusados de ser los presuntos autores de un delito leve de hurto, ya que en ningún momento llegaron a utilizar la violencia.