Después de tres noches desaparecido en Bóixols, los Bomberos han encontrado finalmente a Josep C.C., el buscador de setas de 83 años que salió el martes y ya no regresó a casa. Desafortunadamente, el hallazgo no ha tenido un final feliz, ya que, después de tres noches a la intemperie en una zona muy fría, se ha encontrado su cadáver. Tras días de búsqueda por parte de los Bomberos y voluntarios, que han utilizado todos los medios a su disposición y han peinado varias hectáreas de terreno, se ha podido poner punto final a la búsqueda, aunque con un resultado nada agradable. Ahora el helicóptero de Mossos d'Esquadra trabajará junto con los Bomberos para realizar la extracción del cuerpo. Ha sido encontrado a poco más de un kilómetro del punto en el que fue visto por última vez.

Como ya avanzó ElCaso.com, hacia las ocho de la tarde del martes se inició la búsqueda de Josep C.C., después de que saliera con su hermano a buscar setas y no regresara en ningún momento al punto donde en principio debían reencontrarse. Los Bomberos se desplazaron a la zona del Coll de Bóixols, donde había sido visto por última vez el desaparecido, y comenzaron una búsqueda exhaustiva que ha durado hasta el día de hoy, viernes 26, hacia las nueve y media, cuando se ha encontrado el cuerpo del fallecido. Durante la búsqueda han colaborado decenas de unidades como el Grup d'Actuacions Especials (GRAE), el Grup Caní de Recerca (GRCR), el Grup d'Actuacions Forestals (GRAF) y el Equip de Prevenció Activa Forestal (EPAF). En el dispositivo de búsqueda también han participado los Mossos d'Esquadra, específicamente, agentes de Seguretat Ciutadana y de la Unitat de Muntanya, quienes levantaran el cadáver por delegación del juez. También se han utilizado drones y helicópteros para localizar al hombre, pero hasta hoy no había habido ningún resultado.

Final feliz en Gombrèn

La noticia del boletaire de Bóixols es triste, pero, afortunadamente, no todos los casos son así. Mientras se intentaba localizar al hombre de 83 años, se abrió otra búsqueda similar en Gombrèn, por la zona del Gorg dels Banyuts. Otro boletaire, un hombre de 77 años, dejó de dar señales de vida a las cinco de la tarde del miércoles 24. La situación era especialmente preocupante porque el hombre tenía un glaucoma y era ciego de un ojo, cosa que lo hacía más vulnerable. Afortunadamente, se le localizó al día siguiente andando por la carretera que va desde el Gombrèn hasta Can Ros, el municipio donde desapareció.