El Jueves Santo, un hombre identificado como Jordi, de 41 años y vecino de Móra la Nova (Tarragona) apareció flotando en el río Ebro, a la altura de Miravet, después de más de dos semanas desaparecido. Varios testigos, entre ellos, un agente de los Mossos d'Esquadra fuera de servicio, vieron algo extraño en el agua y, sospechando que podría tratarse del cadáver de una persona, avisaron a la policía catalana. Hasta el punto del río donde vieron el cuerpo se desplazó la Unidad Subacuática de los Mossos con la embarcación La Thalassa y un helicóptero. Los agentes comprobaron que se trataba, desafortunadamente, de un hombre sin vida; lo extrajeron del agua y lo trasladaron al anatómico forense para identificarlo y practicarle la autopsia.

Jordi desapareció el pasado 2 de abril

Los forenses confirmaron lo que los agentes que recuperaron el cuerpo ya sospechaban: se trataba de Jordi, vecino de Móra la Nova que desapareció el pasado 2 de abril, ahora hace casi tres semanas, según ha adelantado el Diari de Tarragona. El cuerpo se correspondía a la descripción presentada junto con la denuncia por desaparición: un hombre con barba, pelo corto, vestido con tejanos, camiseta gris y zapatillas deportivas blancas. Por otra parte, según la autopsia, no se trató de una muerte violenta; la principal hipótesis es que se ahogó después de caer al río, en circunstancias que a estas alturas están bajo investigación. La búsqueda de Jordi se alargó durante varios días posteriormente al aviso de su desaparición, que, desgraciadamente, se tuvo que suspender al no encontrar ningún indicio sobre su paradero.

En un caso de desaparición, los Mossos recuerdan que el tiempo es esencial y no es necesario esperar 24 horas para poner la denuncia, a la que se tendrá que adjuntar una fotografía reciente de la persona con una descripción detallada de cómo iba vestida la última vez que se la vio, así como cualquier dato relevante que hubiera podido influir en la desaparición.