El cadáver de María Juana Mulero, de 48 años, que desapareció hace 9 días en Alhama de Murcia, ha sido encontrado esta madrugada flotando en un canal en la zona de Los Secanos, han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil.

El hallazgo del cuerpo ha sido realizado por uno de los guardias civiles que estaban rastreando la zona desde ayer. El cadáver ha sido rescatado por bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región de Murcia.

Posteriormente, ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Murcia para practicarle la autopsia, que dará más información sobre las causas de la muerte de la mujer, que desapareció cuando estaba pasando una jornada de descanso en una casa ubicada en Sierra Espuña junto a dos amigos. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación y no descarta ninguna hipótesis sobre las causas de la muerte.

Llevaba 9 días desaparecida

Hace unos días la Asociación SOSdesaparecidos alertó sobre la desaparición de María Juana Mulero en Alhama de Murcia. Fue vista por última vez el pasado día 3 de marzo y la describían como una mujer de 1,60 metros de altura, de pelo y ojos castaños, de complexión delgada y nariz puntiaguda.

Todavía no hay culpable por el caso de Esther López

La desaparición y muerte de Esther en Traspinedo (Valladolid) se ha convertido en uno de los casos más difíciles de resolver: lo que en un principio parecía un crimen, ahora todo apunta a que es un accidente. Si en un primer momento la lista de sospechosos abarcaba más de 10 personas, ahora esta se ha reducido drásticamente. Ramón el Manitas sigue siendo investigado, como las últimas personas que vieron con vida a Esther.

Este sábado se cumplen dos meses desde que Esther fue vista con vida por última vez en Traspinedo, un municipio de poco más de 1.000 habitantes de Valladolid. Se le perdió el rastro después de que un amigo la dejara en medio de la carretera a siete grados bajo cero por una discusión con la joven de 35 años.

Después de semanas de búsqueda, la peor hipótesis se cumplió: encontraron su cadáver en una cuneta al lado de la carretera. El cuerpo presentaba signos de haber sufrido una muerte violenta y, en un primer momento, la Guardia Civil pensaba que había sido víctima de un crimen, que habían escondido su cadáver y que, posteriormente, lo habían puesto en la carretera comarcal.

Hay dos sospechosos, pero nada está claro

En un primer momento, la lista de sospechosos era muy amplia: conocidos, amigos de Esther y, evidentemente, las últimas personas que la vieron con vida: Óscar y Carolo, estos dos, igual que Ramón, siguen estando en el punto de mira de los investigadores. Así y todo, las posibilidades que estén directamente involucrados en su muerte, cada vez son más bajas, pero teniendo en cuenta los giros inesperados que ha hecho este caso, los investigadores no descartan ninguna hipótesis, por menos probable que sea.

Pese a ello, los agentes siguen trabajando para resolver uno de los casos más misteriosos de los últimos meses en España, aunque ya no se descarta ninguna posibilidad, incluso la de que no haya sido un asesinato sino un accidente.