Los Mossos d'Esquadra han encontrado este sábado un cadáver en una zona boscosa de Blanes (Girona). El cuerpo está en un avanzado estado de descomposición, pero los investigadores han asegurado que no hay indicios de muerte criminal. La identidad de la víctima está todavía por confirmar, pero la policía catalana no descarta ninguna hipótesis y se inclinan hacia la posibilidad que se trate del joven andorrano de 32 años que desapareció el pasado 15 de agosto, aunque el mal estado del cadáver está dificultando su identificación.
El hallazgo del cuerpo se ha hecho alrededor de las diez y media de la mañana, en un bosque próximo a la localidad de Blanes, por donde hacía dos semanas que buscan a Joel Mont Montero, el joven de 32 años y originario de Andorra, pero que hace tiempo vivía con su madre a las afueras del municipio. A estas alturas, los investigadores de la policía catalana están a la espera de conocer los resultados de la autopsia, que ayudará a poner luz sobre la identidad de la víctima.
Desaparecido hace dos semanas
Joel Mont Montero consta como desaparecido oficialmente desde el día 15 de agosto, cuando su madre interpuso una denuncia porque no volvió a casa. Los Mossos d'Esquadra no han considerado su desaparición ni inquietante ni de riesgo, pero han rastreado el entorno de Blanes, así como las poblaciones vecinas de Lloret de Mar, Tossa de Mar y Malgrat de Mar, con la ayuda de un grupo de voluntarios formado por vecinos y amistades del joven.
El día que desapareció, Joel salió de casa caminando, sin llevar ni el móvil ni dinero, paseando una perra negra que, según han explicado desde la familia, responde al nombre de Kuki. El joven llevaba unos pantalones de camuflaje, camiseta azul y zapatillas negras. Desde su entorno más próximo han confiado hasta el momento de que se haya tratado de un malentendido o incluso de una desaparición voluntaria. Ahora solo queda esperar los resultados de la autopsia para confirmar si se trata de Joel Mont, cuya muerte, según los investigadores, habría sido accidental.