Leslie y Kevin, una pareja francesa de 22 y 21 años, llevaba desaparecida desde el pasado 26 de noviembre. Después de tres meses de investigaciones, la gendarmería ha encontrado dos cadáveres enterrados en una zona boscosa al lado de una carretera de Charente-Maritime, a su paso por la localidad de Sugerès, muy cerca de la casa de uno de los sospechosos. Todo apunta a que se trata de los jóvenes desaparecidos, pero las autoridades francesas están esperando los resultados de las autopsias para poder confirmar sus identidades.

Desaparecidos sin dejar rastro

La madrugada del 26 de noviembre, Leslie y Kevin salieron de casa de un amigo, en la localidad de Prahecq, al suroeste del país, para dirigirse a casa de otro para pasar la noche. Pero nunca llegaron. La pareja, acompañada de su perro, se esfumó sin dejar rastro alrededor de las dos y media de la madrugada. Al día siguiente de su desaparición, los agentes encontraron el móvil de Leslie, abandonado a unos 14 kilómetros de donde se les vio por última vez.

Después de eso, tuvo que pasar un mes para que la policía francesa encontrara algunas prendas de ropa y el carnet de conducir de Kevin en un contenedor. Este detalle redujo el abanico de teorías con las cuales trabajaban los investigadores: a partir de aquel momento trataron el caso como un secuestro por un tema relacionado con un problema de drogas.

Tres detenidos por asesinato y secuestro

Las sospechas de la gendarmería se centraron sobre tres jóvenes, dos de ellos amigos de la pareja. El primero de ellos, Tom Touillet, es el propietario de la casa donde Leslie y Kevin tenían intención de pasar la noche cuando desaparecieron. La policía francesa le acusa de secuestro, y se encuentra a estas alturas en detención provisional. El otro arrestado, Nathan Badkin, está acusado de asesinato; la ropa que encontraron en diciembre apareció en un contenedor al lado de la casa de los padres de Badkin. Los dos participaron en las batidas organizadas por los familiares y amigos de la pareja, y Touillet incluso hizo declaraciones a la prensa.

Junto con Touillet y Badkin, la fiscalía también ha acusado una tercera persona, Enzo C., por los delitos de asesinato, secuestro y alteración de la escena del crimen. El resultado de las autopsias será clave para determinar la identidad de los cuerpos y la implicación de los tres detenidos. Mientras tanto, la policía francesa sigue peinando la zona donde han aparecido los cadáveres, con la esperanza de encontrar más pistas que puedan poner luz a las circunstancias en las que desaparecieron y murieron los dos jóvenes.