La Policía Nacional, la Guardia Urbana de Barcelona y la EUROPOL, en una operación conjunta entre los tres cuerpos, han desarticulado un grupo criminal que se dedicaba a la explotación sexual en la capital de Catalunya y en Valencia. En el total del operativo se han podido detener a una docena de personas y se han liberado a siete mujeres de origen latinoamericano que habían sido engañadas con falsas promesas para hacerlas venir desde su país y, una vez aquí, eran obligadas a prostituirse contra su voluntad.
Obligadas a prostituirse con "clientes VIP" bajo amenazas
La investigación por parte de los cuerpos policiales empezó en marzo de 2024 a raíz de una inspección en un club del centro de Barcelona, donde algunas mujeres explicaron que anteriormente habían sido obligadas a prostituirse en un piso de la capital catalana. Según su relato, las chicas vivían en países de Latinoamérica y habían sido captadas por un hombre a través de las falsas ofertas de trabajo en las redes sociales. Con la promesa de trabajar como por una agencia de modelos o en centros de masaje, las obligaban a realizar sesiones fotográficas desnudas o medio desnudas, por las cuales tenían que abonar 150 euros.
Les conseguían convencer para venir al Estado español ofreciéndoles un sueldo de entre 1.300 y 2.000 euros mensuales, alojamiento, comida y billete de avión, generando así una deuda de entre 2.000 y 3.000 euros con el entramado criminal. Una vez llegaban, sin embargo, todo era muy diferente. Tan pronto como salían del aeropuerto, las agredían, les retiraban el pasaporte y las encerraban en un lugar bajo vigilancia constante durante semanas o meses. Durante todo este tiempo eran obligadas a prostituirse y a mantener relaciones sexuales con "clientes VIP", sin recibir ninguna compensación económica y bajo la amenaza de represalias contra su familia en caso de que no accedieran a que las violaran o que intentaran escaparse.
Tenían varios prostíbulos montados por toda Barcelona
La investigación policial permitió ir tirando del hilo y descubrir que la red criminal contaba con cinco prostíbulos en la ciudad de Barcelona, además de tener ramificaciones en Madrid y Gandia (Valencia), desde donde actuaba el hombre que captaba a las chicas por internet. Con suficientes indicios recogidos, se hizo la entrada y registro en cuatro prostíbulos y un local de Barcelona y en otro prostíbulo de Gandia, donde se intervinieron 15.180 euros en efectivo, elevadas cantidades de drogas, tres relojes de alta gama, varias joyas de oro y documentación relevante para la investigación.
Los agentes pudieron detener a doce personas, diez de ellas en Barcelona y dos en Valencia, de quienes no se ha facilitado edades ni nacionalidades, como presuntas autoras de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, detención ilegal, agresión sexual, amenazas, tráfico de drogas y delitos contra los ciudadanos extranjeros. Tres de los responsables han entrado en prisión. En cuanto a las víctimas, se ha podido liberar a siete mujeres que tenían retenidas contra su voluntad.