Hablan los padres de las dos gemelas de 12 años que el 21 de febrero se precipitaron desde el balcón de su casa en Sallent (Barcelona). Una de ellas resultó herida grave y continúa hospitalizada en cuidados intensivos, mientras la otra murió al caer desde el tercer piso del edificio situado en la calle de l'Estació del municipio. Esta última niña, Alana, comentó unas semanas antes a su hermana Leila y a varias personas de su círculo cercano de amistades que había decidido cambiarse el nombre por el de Iván e iniciar un cambio de género. Esto la habría llevado a recibir insultos y burlas en su instituto, cosa que los progenitores desconocían. Sin embargo, en el recordatorio que la familia argentina entregó al funeral celebrado este domingo estaban incluidos ambos nombres en señal de respeto a la voluntad de la menor.
Pero, ahora, los padres han indicado que, por respeto "a la intimidad y la memoria de las hijas" y para no entorpecer la investigación policial y judicial, "no harán de momento declaraciones". Así se explica en un comunicado remitido por ambos a La Vanguardia, en el que aclaran que las futuras informaciones de los progenitores serán dadas por su abogado. Sin embargo, han expresado la voluntad de no convertir la muerte de su hija en "un circo mediático", para que no se produzca un "abanderamiento político de ningún color" por este caso. También han recordado, con respecto a la menor que perdió la vida después de saltar del tercer piso que "no se llamaba Iván, se llamaba Alana", a pesar del recordatorio del funeral y la decisión que habría tomado y explicado la niña a su hermana Leila y los amigos más próximos.
Causas "multifactoriales" y Educació recula para aceptar el bullying
El suicidio de Alana (o Iván) se habría producido por causas "multifactoriales", según un primer informe de los Mossos d'Esquadra remitido al juzgado de Manresa (Barcelona) que investiga el caso. Es decir, estarían los "problemas por la identidad de género" y el acoso escolar. Este último punto, negado inicialmente por la escuela y el propio Departament d'Educació de la Generalitat, tomó forma por los testigos de bullying tanto por parte de la familia como de algunos de los amigos de la menor.
La madre de las gemelas, Maia Ducó, denunció los insultos y las agresiones que sufrían sus hijas en el instituto, que según ella "no hizo nada". "Cada dos por tres iban al centro a pedir que pararan aquel infierno", detalló Cristina Puga, una familiar. Aseguró que nadie las ayudó cuando denunciaron que sus hijas eran víctimas de acoso escolar. La versión de los padres respecto a las del instituto y el Departamento de Educación cogió fuerza después que algunas alumnas del centro aclararan que realmente las rodeaban y les hacían un bullying encarnizado. La institución educativa y la Conselleria repitieron por activa y por pasiva que no habían detectado bullying y lo descartaban. Pero tuvieron que recular, al final era evidente que sí existia.
Dos razones: identidad de género y acoso escolar
Además del acoso escolar que sufrían, tal como han explicado en un primer informe los Mossos d'Esquadra, también había "problemas por la identidad de género", qué Alana comentó con su hermana y los amigos próximos pocos días antes para que le llamaran Iván. Estas dos razones son con las que trabajan los investigadores en estos momentos y los especialistas avalan ambas tesis: las muertes por suicidio nunca tienen un único detonante, sino que son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Los padres de las gemelas agradecen los apoyos recibidos pero piden intimidad y no hacer "bandera política" del caso en estos momentos de dolor y angustia de la familia argentina que se trasladó desde Reus a Sallent hace poco menos de dos años.