Los Mossos han detenido a ocho personas implicadas en una macrofiesta ilegal que el pasado mes de enero se celebró en el Metro de Barcelona y provocó el caos en este transporte urbano. Unas 170 personas, vinculadas al mundo del grafiti y convocadas a través de las redes sociales, accedieron sin pagar al interior del suburbano de la capital catalana para celebrar una rave multitudinaria, bautizada como Subway Party (fiesta en el metro), que provocó múltiples daños valorados en miles de euros y generó varios incidentes.
La fiesta fue transitando por varias estaciones de las líneas L1 y L2, sobre todo en la zona centro, entre Universitat y Sant Antoni, con botellones y pintadas en las paredes y los convoyes. Para llevar a cabo las pintadas, accionaban los frenos de emergencia de los vagones para detener los convoyes, hecho que provocó la alteración del servicio de la red ferroviaria. Incluso, llegaron a disparar un extintor a la vía. Además, las decenas de jóvenes ocuparon masivamente los espacios públicos del metro, donde consumieron sustancias estupefacientes y generaron molestias por el elevado volumen de la música con altavoces de gran potencia.
Jóvenes procedentes de toda Europa
El Área Regional de Transporte Urbano (ARTU) de la región de Barcelona de los Mossos d'Esquadra abrió una investigación para aclarar los hechos, poder identificar a los autores de las pintadas y destrozos, y poder averiguar quién organizó el acontecimiento. Con la colaboración de los tres principales operadores ferroviarios de Barcelona, TMB, RENFE y Ferrocarrils de la Generalitat, y gracias a las más de 10.000 cámaras de videovigilancia repartidas por la red ferroviaria, se pudo identificar a los autores de las pintadas. Así pues, entre los pasados 21 y 22 de julio, se detuvo a ocho chicos de entre 17 y 28 años como presuntos autores de varios delitos de daños y desórdenes públicos. Además, tres personas han quedado investigadas y no se descarta que pueda haber más detenciones.
A los a ocho detenidos, de diferentes nacionalidades europeas, también se les ha podido relacionar con diecisiete hechos delictivos más de características similares entre noviembre de 2024 y junio de 2025, donde también utilizaban el freno de emergencia para parar los convoyes y la circulación y poder hacer pintadas. En total, habrían ocasionado daños por valor de 54.000 euros. Todo ellos, con una gran movilidad por toda Europa y que suman 49 antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial el 22 de julio, mientras que la investigación de la ARTU continúa abierta.