Calella vive una pesadilla. Un calvario que nadie parece que, hoy por hoy, pueda arreglar. Un grupo de once jóvenes -el mayor tiene 35 años-, todos magrebíes, que todos juntos suman 260 antecedentes policiales, traen de cabeza a la policía municipal y a los Mossos d'Esquadra. Este fin de semana detuvieron a tres de estos jóvenes después de que, en una pelea con el propietario legítimo, vecino de una de las casas donde viven, ocupándola de manera ilegal, quemaran un piso. No solo eso, cuando llegaron las patrullas de la Policía Local los atacaron con bates de béisbol.

Dos agentes resultaron heridos y tres vecinos, también, por inhalación de humo. Se tuvieron que desalojar 35 pisos por las llamas y el humo que había en el bloque. Tres de estos multirreincidentes fueron detenidos y entregados a los Mossos d'Esquadra, que los entregaron al juzgado de guardia. Como mínimo dos de ellos ya están en la calle. Y no, no han aprendido la lección. Parecía extraño que lo hubieran podido hacer ahora. Entre todos los once individuos que desde el Ayuntamiento de Calella tienen identificados suman más de 250 detenciones por atentados contra agentes de la autoridad, hurtos y agresiones.

La Policía Local de Calella ha intervenido esta madrugada en una pelea donde había dos de los detenidos por el incendio, que ya estaban en libertad, como implicados. Se desconocen más detalles de la pelea, pero lo que sí que se puede confirmar es que el sistema, por colapso o por falta de legislación más contundente, permite que personas que han puesto patas arriba una población como Calella, puedan entrar y salir de los juzgados, a pesar de ser detenidos casi cada semana.

El alcalde, cansado, reclama más Mossos

El alcalde de Calella, Marc Buch, de Junts, ya ha denunciado en varias ocasiones este sin sentido y ha reclamado más presencia de agentes de los Mossos d'Esquadra y también cambios legislativos para evitar que personas, en este caso, todas extranjeras, y con centenares de antecedentes, puedan continuar libres y generando problemas de seguridad. Buch asegura que tiene muy buena sintonía con la comisaría de los Mossos del Maresme, pero que no tienen más efectivos. Está previsto que durante los próximos días puedan hacer horas extras para reforzar la vigilancia y desde la región policial Metropolitana Norte también se están planificando patrullajes con equipos del ARRO.

El alcalde ha pedido más agentes de los Mossos y ha recordado que Interior solo envió, de la nueva promoción de agentes en prácticas, cuatro policías más a la comisaría de referencia de Calella. Desde el consistorio se han tenido que ampliar las horas extras de patrullaje de la Policía Local para hacer frente a este incremento, puntual y localizado, de violencia que protagonizan esta decena de jóvenes.

La oposición ya ve "racismo"

Buch, que gobierna con el PSC, ha iniciado una guerra mediática para denunciar estos hechos. La oposición, con Esquerra, Podemos y la CUP al frente, ya se han mostrado en contra de las declaraciones del alcalde y lo han acusado de "racismo".