Dollar Selmouni, cantante y actor, ya catapultado a Netflix, nació en la cárcel de Soto del Real hace 25 años. Una infancia y adolescencia duras le marcaron para siempre y le convirtieron en quien es ahora, dando también a su música y actuación la sinceridad necesaria para el éxito que por fin le ha llegado.
Dollar Selmouni, nacido en la cárcel
Hace tres semanas las buenas noticias se acumulaban: confirmado como reparto en la serie de Netflix Hasta el cielo, secuela de la película con el mismo nombre en la que ya participó bajo la dirección de Daniel Calparsoro.
Casi a la vez, se publicaba su segundo disco, Dollar Selmouni, producido por Warner y en el que cuenta con numerosos colaboradores: Natos y Waor, Foyone o FernandoCosta entre ellos.
Usando la música como terapia, Jamel Selmouni Guerrero se ha convertido en Dollar, actor, intérprete y cantante de éxito -su canción Chacho acumula más de 12 millones de reproducciones en Spotify, donde tiene más de 400.000 oyentes mensuales.
Por suerte esta ha sido su vía de escape, canalizando su pasado hacia algo bueno, pero no siempre fue así.
Centros de menores y trabajar en el kebab
Nacido de una madre presa por posesión de drogas, pasó directamente a un centro de acogida, donde vivió sus primeros años.
De ahí, se instaló con su padre, apodado Samba, argelino dueño de un kebab en Palma -donde Dollar trabajó un tiempo-, y su pareja, Mari Carmen, que se convirtió en su tutora.
Su madre no llegó a ver la fama del joven, murió hace cinco años "por asuntos de drogas" tras una década de cárcel en cárcel, la última en Mallorca.
Sin embargo, dejó el colegio y empezó a meterse en líos, por lo que ingresó en un centro de menores desde los 14 hasta los 16, cuando su padre le envió a Argelia para intentar que no reincidiera.
Mayoría de edad, Argelia y chabolas
Cuando cumplió la mayoría de edad, no tuvo otra que ir a vivir a El Hoyo de Palma, un barrio de chabolas conocido por ser un gran epicentro de tráfico de drogas.
De ahí salió con una idea clara: la música era su pasión. Por eso acudía con 50 céntimos a un ciberlocutorio para acceder a internet durante media hora y escuchar música, desde Whitney Houston y Michael Jackson a Pitingo y Camarón de la Isla, detalla en una entrevista a El País.
Aquí entra el productor musical mallorquín Kvinz, con quien grabó el primer disco, Los niños, en una habitación de su piso con un micrófono de 80 euros.
Sin Auto-Tune -retoques en la voz con un procesador digital- ni lenguaje soez, canta sus penas y rabias con la sinceridad más dolorosa.
Éxito musical y Netflix
Y a partir de ahí, todo ha ido rodado. El director Daniel Calparsoro hizo un casting para buscar chicos callejeros sin experiencia como actores y Selmouni fue el elegido. En el mismo reportaje de El País, Calparsoro declara que vio que tenía un talento natural para la interpretación.
Es por eso que Netflix le ha echado el ojo al joven, que ya rueda otra serie, que se estrenará próximamente, llamada Ídolo, y que también participará en la serie Hasta el cielo, secuela de la película, junto a Luis Tosar y Ayax Pedrosa.
Con la fortuna que está amasando se está construyendo una casa edonde ha vivido con su padre y donde tienen el kebab.
Allí vivirá junto a su novia mallorquina y cerca de su familia, a la espera de que la fama le siga llegando.