La Policía Nacional ha detenido en Reus (Baix Camp) a un hombre acusado de haber cometido delitos de corrupción de menores y agresión sexual al pedir y compartir por redes sociales imágenes íntimas de chicas menores de edad. El arrestado encontraba a sus víctimas a través de varias redes sociales, las engañaba haciéndose pasar por otra persona para ganarse su confianza y, una vez le enviaban los archivos, las extorsionaba para conseguir más. A estas alturas se han localizado 115 niñas, cinco de ellas españolas, a pesar de haber encontrado más de 500 conversaciones de carácter sexual.

Denunciado por una chica de Portugal

La Policía empezó la investigación después de que una chica portuguesa menor de edad denunciara a las autoridades locales haber sido víctima de pederastia y de extorsión. Después de averiguar que el detenido residía en España, se avisó a la Policía Nacional a los que, después de una intensa investigación, pudieron localizar al sospechoso en Reus.

Se solicitó una orden de entrada y registro a su domicilio, y durante el cacheo se intervinieron 2.590 vídeos y 11.275 fotografías de carácter de pornografía infantil. Además, los agentes también encontraron en torno a 500 conversaciones con chicas, de las cuales los investigadores han podido localizar a 115; la mayoría eran procedentes de países latinoamericanos, pero cinco de ellas residen en varias ciudades españolas.

Se hacía pasar por otra persona

El presunto pedófilo se ponía en contacto con las chicas utilizando el método conocido como catfish, que consiste en asumir la identidad de otra persona a través de las redes sociales con el objetivo de estafar o abusar sexualmente de las víctimas. De esta manera, se ganaba la confianza de las menores, haciéndoles creer que era un chico de su edad que quería mantener una relación con ellas.

El último paso de su modus operandi, era pedir vídeos o fotografías de contenido sexual. Una vez obtenidas, extorsionaba a las chicas, amenazándolas con difundir las imágenes por Internet, o incluso con enviarlas directamente a sus familiares y amigos. De esta manera, el detenido podía exigir más archivos o incluido favores sexuales a los cuales las chicas accedían por miedo a que cumpliera con sus amenazas.

La investigación, que ha sido un trabajo conjunto entre la Policía Nacional, el Grupo de Informática Forense de la Policía Científica de Barcelona y la Policía Judicial de Reus, ha culminado con la detención del sospechoso. El arrestado está imputado de los delitos de corrupción de menores, agresión sexual, coacciones, y descubrimiento y revelación de secretos.