La Policía Nacional ha detenido en la madrugada de este sábado al conocido como Lupín, uno de los ciberestafadores más buscados de España, en una discoteca de Madrid. Se encontraba reclamado por diversos juzgados del territorio nacional, según han informado a EFE fuentes de la investigación.

Uno de los clientes de la discoteca Shoko, ubicada en el número 86 de la madrileña calle de Toledo, fue el que reconoció al delincuente y avisó a la Policía Nacional, que se acudió al local a las seis de la madrugada.

Los agentes confirmaron su identidad y comprobaron que tenía en vigor ocho reclamaciones judiciales por estafa emitidas por juzgados de Ponferrada, Elche, Guadalajara, Albacete, Cádiz y Madrid, por lo que fue detenido.

El perfil del criminal

Nacido en Ponferrada, de 25 años, Lupín es considerado como el mayor ciberestafador de la historia de España y fue detenido por última vez en el año 2019 por la Guardia Civil.

Entonces conseguía unos beneficios de cerca de 300.000 euros al mes con estafas "online", copiando páginas web de tiendas y sirviéndose de plataformas como Wallapop o Milanuncios, de modo que sus víctimas compraran productos que nunca llegaban a obtener.

En el momento de la detención Lupín llevaba encima unos 12.000 euros en efectivo.

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Detención de Lupín / Europa Press

El perfil de Lupín es extremadamente extraño. El criminal no tiene ni móvil, ni tarjeta de crédito a tu nombre, ni ordenador ni tiene propiedades registradas. Es por ello que la policía ha tenido que trabajar mucho para poder seguir las pistas y encontrarlo.

No es un criminal usual, en ocasiones, Lupín enviaba parte del dinero que había conseguido con prácticas ilegales a muchas ONG que trabajan con niños.

¿Cómo trabajaba Lupín?

El criminal ha sido uno de los más buscados y lleva varios años trabajando a través de estafas de internet. La primera que organizó, cuando todavía era menor de edad, estaba relacionada con la empresa Herbalife. Utilizó el sistema piramidal de esta entidad para hacerse con unos ingresos de más de 8.000 euros mensuales.

Después de que las autoridades le detuvieran por primera vez comenzó a trabajar en borrar sus huellas. Su objetivo era el de ser prácticamente invisible y no dejar ningún rastro de ninguna de sus actividades ilegales ni de sus compras.

También participó en la creación de muchas páginas web fraudulentas con nombres extremadamente similares a los de páginas muy populares de venta de electrodomésticos.

Estas webs habilitaban la opción de comprar a través de ellas productos que jamás llegaban y después estas webs desaparecían de internet. Además de robarles el dinero, Lupín conseguía los datos personales y bancarios de todas sus víctimas.