La Policía Nacional y la Policía de Argentina han logrado detener en el país latinoamericano al presunto asesino de 'Grindr', red de citas homosexual, que mató en febrero de 2018 a un hombre de 35 años en Carabanchel asestándole entre 40 y 50 puñaladas. Se dio a la fuga a su país natal y, tras más de tres años, Julián Ovejero, presunto homicida, ha sido arrestado.
Asesinato después de mantener relaciones sexuales
Hacía ya tres años que la justicia española reclamaba a Ovejero por el asesinato de Najuzaith Zahell Díaz, un ingeniero informático y artista portorriqueño de 34 años. En febrero de 2018, tras varios días sin saber de Najuzaith, que vivía en el barrio madrileño de Carabanchel, un amigo suyo fue a su casa para comprobar que estaba bien. Con la ayuda de un cerrajero accedió a la casa y encontró al joven muerto en la cama, boca abajo y lleno de sangre.
Naju, como le llamaba su círculo cercano, fue asesinado después de haber mantenido relaciones sexuales. Su cuerpo tenía entre 40 y 50 puñaladas, una de ellas letal a la altura del cuello.
Los agentes analizaron al entorno social de la víctima, que era muy activo debido al uso de las redes sociales. Gracias a la inspección de sus dispositivos móviles comprobaron que la noche del 22 de febrero había quedado con otro hombre, a través de la aplicación de citas homosexuales 'Grindr'.
Las cámaras de seguridad del edificio, que fueron revisadas por los investigadores, centraron las pesquisas en un sospechoso. El rostro de este hombre figuraba como amigo en las redes sociales del fallecido y los agentes consiguieron identificarlo: Julián Ovejero.
El presunto homicida era un joven argentino, de 26 años, que estaba en Madrid estudiando interpretación.
Fuga en avión hasta Argentina
Antes de poder arrestarle, Ovejero se fugó en avión hasta Perú y de ahí se trasladó a Argentina, donde ha permanecido oculto durante más de tres años con una orden de detención internacional.
Los investigadores han analizado reciéntemente sus perfiles en redes sociales y el de sus familiares. Así consiguieron localizarle en un pequeño pueblo, La Bombilla, en San Miguel de Tucúman, hospedado en una vieja propiedad de su familia. Allí formó una nueva pareja.
Por las fotos que su pareja compartía en sus perfiles sociales, los agentes comprobaron que el acusado podría frecuentar una cafetería de esa localidad y la información se aportó a la Policía argentina, quien detuvo anoche al presunto asesino.
Los investigadores recogieron ADN en el domicilio del detenido y lo cotejaron con los restos aparecidos en el escenario del crimen de Carabanchel. El resultado fue positivo.