Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre como presunto autor de la muerte de Concha, la propietaria de una tienda de ropa de la plaza Tirso de Molina de Madrid que fue mortalmente apuñalada al resistirse a un atraco. Testigos de los hechos presenciaron cómo el agresor salía corriendo del establecimiento con la ropa llena de sangre y pudieron facilitar una descripción a los encargados de la investigación, que han podido detener al sospechoso poco más de 24 horas después del crimen en la calle de Atocha. Las imágenes de las cámaras de seguridad de la tienda han sido claves para identificarlo.
El detenido es un hombre de nacionalidad española de 54 años con varios antecedentes por robos con violencia. Además, según informaron desde la Policía Nacional, también se ha detenido a una mujer de 56 años y nacionalidad española por su presunta relación con los hechos. Sin embargo, se desconoce cuál es la implicación exacta que la mujer, que también cuenta con numerosos antecedentes por robos violentos, ha tenido en la muerte de Concha.
Asesinada al resistirse a un robo
La muerte de Concha tuvo lugar pocos minutos antes de la una y media del mediodía de este lunes, cuando estaba a punto de cerrar la tienda para ir a comer. Un hombre entró en el establecimiento y poco después salió corriendo ensangrentado. Detrás de él salió la propietaria, una mujer de 61 años que había recibido varias cuchilladas en el abdomen y estaba perdiendo mucha sangre. Cuando los servicios de emergencias llegaron al lugar alertados por los vecinos, Concha ya había muerto y los intentos de reanimación de los sanitarios fueron infructuosos.
La Policía Nacional abrió una investigación de los hechos y recogieron pruebas del interior de la tienda para determinar que pasó. La principal hipótesis es que se trata de un robo que salió mal y en el cual ella se resistió. El arma del crimen no estaba en el lugar y tampoco en las papeleras de los alrededores donde se buscó por si el ladrón lo había tirado durante la huida. La familia de Concha, que estaba a punto de convertirse en abuela y ya pensaba en jubilarse, se acercó a la zona, donde recibieron el apoyo de comerciantes y vecinos que lamentaban su pérdida.