Los vecinos y comerciantes de la plaza Tirso de Molina de Madrid están devastados. Concha, la mujer de 61 años que regentaba la tienda Vistebien, ha sido brutalmente asesinada este lunes en el interior del establecimiento. Hacia la una y cuarto del mediodía, cuando ya estaba a punto de cerrar para ir a comer, un hombre ha entrado en la tienda y la ha atacado violentamente. Testigos de los hechos explican cómo el agresor ha huido corriendo lleno de sangre en dirección al barrio de Lavapiés y detrás de él ha salido Concha, malherida y con la mano en el abdomen, donde había recibido varias cuchilladas y estaba perdiendo mucha sangre.

Rápidamente, han avisado a los servicios de emergencias, pero cuando han llegado ya estaba en parada cardiorrespiratoria. A pesar de estar treinta minutos intentando reanimarla, los sanitarios ya no han podido hacer nada para salvarle y han confirmado su defunción. Agentes del Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación del crimen para aclarar que ha pasado. La principal hipótesis es que se trata de un atraco que ha acabado mal y que el ladrón ha matado a Concha al resistirse. Se han recogido pruebas del local que ayuden en la investigación. El arma del crimen no estaba en la tienda y tampoco se ha encontrado en las papeleras de los alrededores donde se ha buscado. A estas alturas, los investigadores tratan de localizar a un hombre de origen magrebí como presunto autor del homicidio.

Asesinada cuando estaba a punto de ser abuela y jubilarse

El suceso ha generado una gran conmoción entre muchos comerciantes y vecinos de la plaza Tirso de Molina, donde Concha regentaba el Vistebien desde los años noventa, una tienda de barrio dedicada a la moda de hombre y especializada en uniformes de trabajo. Con 61 años, dos hijos y a punto de convertirse en abuela, ya había comentado a más de una persona la posibilidad de jubilarse muy pronto, según apunta El País. No obstante, un ladrón le ha arrebatado sus sueños y nunca podrá llegar a conocer a su nieto. Los familiares de la víctima se han aproximado a la tienda y han visto trabajar los agentes desde detrás el cordón policial. Los vecinos denuncian que últimamente la zona estaba frecuentada por vagabundos, drogadictos y narcotraficantes, aunque hasta ahora no se había tenido que lamentar afectaciones entre vecinos, comerciantes y turistas.