Asuntos Internos de los Mossos d'Esquadra ha detenido a un agente de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de la División de Investigación Criminal (DIC) por, supuestamente, haber vendido información policial a un grupo criminal. El agente formaba parte de esta unidad policial, que se encarga de actuar en situaciones de riesgo para las personas secuestradas y cuando sus captores reclaman una compensación económica para ser liberadas. Esta es una de las unidades con más prestigio de la policía catalana.

El agente llevaba meses bajo la sospecha de la unidad de investigación de Asuntos Internos de la Comisaría General de Investigación Interna y Asuntos Disciplinarios por conductas que se consideraban sospechosas. Según ha podido saber ElCaso.com, a pesar de tener problemas de adicción, su comportamiento durante la jornada laboral no había levantado sospechas entre sus compañeros ni los mandos. No obstante, el agente entró en una espiral viciosa que lo llevó a contactar con una organización criminal. Este grupo le ofreció dinero a cambio de información confidencial de carácter policial, a la que tenía acceso. Supuestamente, a cambio de esta información, recibía compensaciones económicas, aunque eso todavía se tendrá que demostrar judicialmente.

Las investigaciones de Asuntos Internos han revelado que los hechos estaban relacionados con la vida privada del hombre. Por lo que se sabe hasta ahora, el grupo criminal que supuestamente pagaba al agente no estaba vinculado con los casos investigados por la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones. Por lo tanto, ninguna de las investigaciones recientes de esta unidad se ha visto comprometida. A pesar de la conmoción generada por la detención de este agente, que estaba adscrito a la base de Egara, el Complejo Central de los Mossos en Sabadell, el hecho de que no se hayan puesto en riesgo casos de secuestro ha supuesto un alivio para los jefes de la DIC.

El juzgado que lleva el caso, y que ha tutelado las actuaciones contra el agente detenido, ha declarado la causa bajo secreto de sumario. Hoy por hoy, no han trascendido más detalles. La Dirección General de la Policía ha ordenado una investigación interna —una Información Reservada—, que permanecerá pendiente hasta que se resuelva el caso judicialmente. Mientras tanto, el agente ha sido apartado de sus responsabilidades. Será clave ver cómo evoluciona este nuevo caso que salpica a los Mossos d'Esquadra y si realmente se ha podido detectar y detener una "manzana podrida", considerado uno de los peores daños que puede sufrir un cuerpo policial.

Asuntos Internos, en el punto de mira

Asuntos Internos de los Mossos ha acumulado varias detenciones y largas investigaciones que, si bien han apartado del servicio a agentes supuestamente corruptos durante meses o años, en algunos casos han quedado en nada en los juzgados o se han archivado administrativamente.

Un ejemplo es el caso de José Ranea, subinspector acusado por Asuntos Internos en el conocido caso Macedonia, que finalmente quedó libre de toda culpa. Otro caso fue el de un agente investigado porque, supuestamente, se había quedado unos AirPods de un delincuente; incluso registraron su casa, pero la causa se archivó. Recientemente, Asuntos Internos también detuvo a un agente de L'Hospitalet de Llobregat por, supuestamente, haber pedido 50.000 euros a un hombre a cambio de retirar una denuncia por agresión sexual. Los sindicatos de los Mossos hace años que reclaman un cambio en esta unidad policial que investiga a los policías por los errores que acumulan.