Los Mossos d'Esquadra han detenido este martes, 16 de septiembre, a una mujer que utilizó una tarjeta de crédito del domicilio donde trabajaba como empleada del hogar para hacer compras sin el consentimiento de la propietaria. Las investigaciones empezaron en diciembre del 2024, cuando la víctima se presentó en la comisaría de Igualada, en Barcelona, diciendo que había obtenido cargos en su cuenta corriente por diferentes compras que se habían efectuado con su tarjeta de crédito, pero que ella no las había hecho.
La Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra abrieron unas perquisiciones y, después de nueve meses investigando, llegaron a la empleada del hogar de la víctima. Según fuentes policiales, la mujer, de 29 años, cogía la tarjeta bancaria de la víctima en momentos de descuido para efectuar compras por internet. En total hizo ocho transacciones en pocos días por una suma de 912 euros. El hecho de que se efectuaran tantas compras en tan poco tiempo levantó las sospechas de la víctima, que no dudó a pedir ayuda a la policía.
Las personas mayores son las más vulnerables
Este robo, como muchos otros, pone de relieve una realidad más amplia: muchas personas mayores se convierten en víctimas de robos y abusos dentro de sus propios domicilios. A menudo, son el principal objetivo de individuos que aprovechan su confianza, su buena fe y su rutina diaria para robar dinero, información o incluso bienes.
La vulnerabilidad de las personas mayores, junto con su tendencia a confiar en los otros, hace que este tipo de delitos sea especialmente doloroso y preocupante, y pone de manifiesto la necesidad de concienciar y proteger a este colectivo ante posibles estafas o abusos.