Un policía no descansa nunca. Ni cuándo va con la familia a mirarse un coche para comprar. Es el caso de un agente de la unidad que se dedica, en la Policía Nacional, a buscar fugitivos. Su objetivo es cazar delincuentes que se han escapado o que no han podido ser localizados y que se esconden aquí. Esta unidad de la policía española tiene mucho trabajo en Barcelona, cuna de todo tipo de mafias internacionales donde sus jefes, aprovechando el buen clima y las posibilidades de negocio, se instalan.

Uno de los agentes de esta unidad ha podido detener a un hombre que hacía diez años que estaba en busca y captura por parte de la Audiencia Nacional por un presunto delito de tráfico de drogas. Según han explicado fuentes de la policía a ElCaso.com, el agente, fuera de servicio, visitó un concesionario del Prat de Llobregat.

Reconoció un fugado, que ya había detenido el año 2009

Allí vio lo que creía que un conocido suyo. Un hombre que ya había detenido el año 2009 en otra investigación. Recordaba haber leído que aquel hombre todavía estaba buscado por la Audiencia Nacional. Él lo detuvo después de recibir una información por parte de las autoridades italianas, que lo buscaban, también por tráfico de drogas. La cara no se le borró.

Hace pocos días el agente fue al concesionario y lo reconoció. Cuando lo observó llamó a la comisaría, a sus compañeros de guardia, y confirmó que el hombre que había reconocido estaba en busca y captura. Preguntó a los responsables del concesionario quién era aquel hombre, y le dijo que se llamaba Alberto. Pero el hombre que él buscaba se llamaba Carlos. Y fue entonces cuando optó por el truco más viejo de los investigadores y espías. Jugar a traicionar el subconsciente del delincuente.

Detención Policía Nacional / EFE

El Carlos que se hacía llamar Alberto, detenido por la Policía Nacional en el Prat de Llobregat / ElCaso.com

El truco más antiguo de los policías y espías

"Carlos!" resonó en el concesionario. Y el hombre se giró. Fue en aquel momento que el delincuente supo que lo habían cazado. No tenía más escapatoria que aceptar que era el hombre que estaba en busca y captura por parte de la Audiencia Nacional y se dejó detener.

Según ha podido saber ElCaso.com, el Carlos que se hacía llamar Alberto, hacía meses que trabajaba en este concesionario, y sus compañeros no sabían nada del pasado presuntamente delictivo de Alberto. Se trata de un hombre de nacionalidad española de unos 50 años, según han explicado fuentes de la policía a este medio.

Fugitivos buscados por todo el mundo

El grupo de fugitivos de la Policía Nacional es uno de los más activos del estado. La mayoría de delincuentes buscan en Barcelona y en las ciudades del área metropolitana su refugio cuando tienen que escapar de las autoridades de su país buscadas por todo tipo de delitos, algunos de ellos, muy graves, como el asesinato de niños, como es el caso de uno de los arrestados hace pocos meses en la ciudad de Barcelona.

También se han detenido personas relacionadas con el tráfico de drogas y la inmigración ilegal, buscados por todo el mundo. Barcelona parece que se haya convertido, como parte de la costa de España, en una cuna por fugitivos internacionales.