Un falso ginecólogo de Soverato, en Calabria, Italia, ha sido detenido este martes por haber abusado sexualmente de al menos 63 mujeres a las que engañaba en su consulta, las agredía o forzaba a realizar actos sexuales, tras los que le cobraba y que grababa con una cámara oculta. El detenido tiene 50 años y se le acusa de agresión sexual, pornografía infantil, intromisión ilegítima en la vida privada y fraude.

Pillado el falso ginecólogo de Soverato tras agredir a 63 mujeres

La investigación de la policía italiana, los carabinieri, empezaba en 2021 con la denuncia de una joven de 20 años, según informan los medios locales. El hombre, que trabajaba en el hospital de Soverato, en Calabria, al sur de Italia, era realmente cardiólogo y no tenía titulación en la especialidad de ginecología. Sin embargo, ejerció el cargo durante años y los casos de los que ahora se le acusa se remontan a 2017.

Desde entonces, según la información judicial, abusó sexualmente de al menos 63 mujeres, una de ellas menor, que han podido ser identificadas tras revisar las grabaciones de una cámara de vídeo instalada en la consulta del ahora detenido en Soverato, que se requisó tras una petición de la fiscalía y el juez. Aunque las imágenes eran explícitas, aún hay personas que no han podido ser identificadas, por lo que la cifra podría aumentar a lo largo de la investigación.

Consultas falsas para abusar de sus pacientes, a las que luego cobraba

De lo que se ha averiguado hasta ahora se ha podido determinar el modus operandi de este falso ginecólogo de 50 años: engañaba a las mujeres, en su mayoría jóvenes, sobre su cualificación profesional como ginecólogo, a pesar de no haberse graduado en esa especialidad, y con la excusa de realizar exámenes médicos agredía sexualmente a las víctimas o las inducía a que lo hicieran ellas con el uso de objetos de forma fálica.

Médico / Pixabay

El falso ginecólogo era realmente cardiólogo / Pixabay

Y por si fuera poco, el detenido cobraba a sus víctimas por sus falsas revisiones ginecológicas, que además grababa y almacenaba en sus dispositivos electrónicos, como móviles y ordenadores, de forma encriptada, según las mismas fuentes. Por todo ello se le acusa de delitos de agresión sexual, pornografía infantil, intromisión ilegítima en la vida privada y fraude, siendo detenido por los carabineros de Catanzaro, en Calabria.

Los hechos recuerdan a un caso ocurrido en Elda, Alicante, el pasado 2021, cuando un matrimonio que regentaba un centro estético de depilación láser fue detenido por haber grabado a sus clientas, en su mayoría menores, a través de dispositivos como un bolígrafo espía o cámaras ocultas. Se les acusa de delitos contra la intimidad y revelación de secretos, aunque de momento siguen en libertad a la espera de juicio.