Punto final a una de las principales guaridas de delincuentes de la ciudad de Girona. La Policía Municipal, con el apoyo de los Mossos d'Esquadra, ha llevado a cabo el desalojo del polémico bloque ocupado en la calle Tomàs Mieres, un edificio donde vivían varios multirreincidentes y que se había convertido en un foco de inseguridad y conflictos. Los vecinos ya se habían quejado de las constantes peleas, del incremento de robos en la zona o de los ruidos que hacían sin respetar al resto de ciudadanos. De hecho, a la espera de que pudiera ser desalojado, la policía ya había reforzado la presencia en los alrededores para evitar disturbios y robos.
Un desalojo sin incidentes y con un detenido
Este lunes, alrededor de las ocho de la mañana, varias patrullas de la Policía Municipal, así como efectivos de los Mossos de Seguridad Ciudadana y el ARRO, se han desplegado en los alrededores del edificio y han acordonado la zona. La veintena de personas que había en el interior del bloque han ido saliendo con sus pertenencias metidas en carretillas, sacos y bolsas de plástico sin oponer ningún tipo de resistencia ni provocar incidentes. Los agentes han ido identificando a algunos de los ocupantes y han acabado deteniendo a un hombre por un requerimiento judicial que tenía previo, aunque se desconocen los motivos por los cuales lo tenía. Mientras algunos de ellos han ido marchándose del lugar con sus pertenencias cargadas en una furgoneta, otros se han quedado un rato dentro del cordón policial hasta que también han acabado marchándose hacia la estación de trenes, ubicada a poca distancia del inmueble.
Una vez desalojado el edificio, el objetivo "es tapiar la casa para derribarla dentro de poco tiempo", tal como apuntan desde el Ayuntamiento de Girona, que hace tiempo que trabaja en consonancia con la propiedad del bloque para hacerlo posible. Si ya le tenían el ojo puesto encima por la ocupación "delincuencial", como la definió el alcalde Lluc Salellas, una inspección sobre el estado del inmueble hace dos semanas lo agilizó todo. El informe de los arquitectos técnicos del consistorio concluyó que la estructura del bloque estaba "en muy mal estado", que había "peligro inminente" para las personas que dormían allí y que, una vez decretada la emergencia, era necesario desalojarlo inmediatamente. Una vez hecho, el bloque se tapiará a la espera de poder derribarlo.
El edificio era foco de conflictos y guarida de multireincidentes
Desde el Ayuntamiento, tal como ha explicado la concejala de Seguridad, Sílvia Alius, se ha pedido a los cuerpos policiales "que se haga seguimiento de estas personas para ver dónde se instalan" y tenerlos controlados ante la "preocupación" de la ciudadanía, ya que algunos de los ocupantes del bloque, la mayoría de origen magrebí, han generado conflictos y problemas de inseguridad en el barrio, como el caso de la violación de una menor hace justo un año. En este sentido, se sospecha que algunos de los ocupantes se irán ahora a otro edificio ocupado en la Ronda Ferran Puig, a pocos metros de distancia, y que, junto con el bloque desalojado en la calle Tomàs Mieres, es una de las principales guaridas de multirreincidentes de Girona.




