Esta mañana, los Mossos d'Esquadra han hecho efectiva la orden judicial que pedía desalojar el antiguo cuartel de la Guardia Civil de Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), un emplazamiento que durante años ha sido un foco de problemas y que hace justo 365 días, a raíz de incidentes que se habían generado por las personas que vivían allí, desencadenaron una revuelta ciudadana. Desde entonces, cuando los ocupas violentos relacionados con robos en la vía pública se fueron, las cosas se calmaron en este municipio del Alt Penedès, pero el rumor de fondo ha seguido, hasta hoy. Desde las siete de la mañana, efectivos del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) han podido acceder al antiguo cuartel y se ha identificado a la decena de personas que había en el interior, que han sido desalojadas, después de dejarles recoger sus cosas.
Según ha podido saber ElCaso.com, de la decena de personas que había en el interior, una de ellas ha sido detenida, un joven de nacionalidad marroquí, que tenía varios antecedentes, y otro de los identificados tenía antecedentes, pero la mayoría, según fuentes de la policía catalana, no están relacionados con robos.
Pendientes de recuperar el edificio para el pueblo
Servicios Sociales gestionarán el alojamiento de una mujer con un hijo menor que vivía en el cuartel. Cuando finalice el desalojo, que se ha hecho sin incidentes, la brigada municipal de Sant Sadurní bloqueará los accesos al antiguo cuartel y se cortarán los suministros para evitar que nuevas personas vuelvan a acceder al interior de la vivienda. Se espera que ahora que el juez devuelva el edificio a sus legítimos propietarios, el Ministerio del Interior, el cuartel sea entregado al ayuntamiento y que se puedan convertir en equipamientos sociales para el municipio.
