La Guàrdia Urbana de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha intervenido este sábado, 8 de noviembre, la discoteca donde van a bailar las cucarachas. Un bar situado en la calle de Oviedo que funciona como discoteca, a pesar de no tener ninguna licencia para hacer este tipo de actividad. Todo empezó cuando faltaban veinte minutos para las once de la noche, cuando los agentes de la Unitat de Convivència i Policia Administrativa de la Guàrdia Urbana de L'Hospitalet de Llobregat entraron dentro de la discoteca en una intervención enmarcada dentro del Plan Nautilus, un proyecto del Ayuntamiento que tiene como objetivo acabar con las problemáticas y la delincuencia derivada de los locales conflictivos.
Los agentes, al llegar a la calle, comprobaron la primera ilegalidad: la música estaba demasiado alta, lo que provocaba molestias a los vecinos. Después, al acceder dentro del bar, los agentes vieron que las luces funcionaban como discoteca, aunque el local solo tenía la licencia para funcionar como bar. La sorpresa fue cuando, al buscar al propietario del local para hablar con él, la policía vio unas invitadas que no se esperaban: la barra estaba llena de cucarachas.
Con todo, la Guàrdia Urbana de L'Hospitalet de Llobregat constató las irregularidades de las que ya tenían sospechas y levantó el acta pertinente para que el Ayuntamiento sancione el local.
Plan Nautilus
Esta intervención se enmarca dentro del Plan Nautilus, una iniciativa del Ayuntamiento que, junto con la Guàrdia Urbana y los Mossos d'Esquadra, trabajan para hacer frente a los locales de ocio nocturno conflictivos que generan malestar, inseguridad y problemas de convivencia en L'Hospitalet de Llobregat. Durante el año 2025, este dispositivo ha permitido cerrar más de veinte bares de la ciudad que causaban molestias a los vecinos.
A principios de octubre, la Guàrdia Urbana clausuró dos locales que también tenían la licencia de bar, pero que funcionaban como 'after hour'. Uno situado en la calle de Mas y el otro, en la calle del Montseny. Hasta ahora, sin embargo, el caso más grave es el de la discoteca Luna Sky, que está cumpliendo una sanción de cierre de quince meses. Se trata de un establecimiento regentado por dominicanos situado en la Travessera de les Corts, en el barrio de Collblanc, y lleva desde el 1 de octubre con la persiana bajada, después de que la policía detectara varios incumplimientos y de que, en marzo de 2025, un hombre acabara con una mano cortada en medio de una pelea.