Este sábado, agentes de la Guàrdia Urbana de L'Hospitalet de Llobregat, en una operación conjunta con los Mossos d'Esquadra, hicieron una redada en un problemático bar de la calle de Cervantes, en el barrio de Pubilla Cases, que generaba muchas molestias a los vecinos, ya que, según averiguaron, funcionaba por las noches como discoteca ilegal, con la música a todo trapo y a horas intempestivas.

El local, de ambiente latinoamericano, fue objeto de una minuciosa inspección por parte de los efectivos de ambos cuerpos policiales que concluyó con el levantamiento de diferentes actas sancionadoras por infracciones de todo tipo, la más relevante, la de funcionar como un local de ocio nocturno sin tener la correspondiente autorización administrativa. También estaban incurriendo en otras irregularidades, como tener la cocina llena de objetos que obstaculizaban el paso y suponían un riesgo de sanidad.

El plan Nautilus sigue sancionando locales problemáticos por toda la ciudad
Esta nueva intervención de Mossos y Guàrdia Urbana se enmarca dentro del plan Nautilus, puesto en marcha hace unos meses con el objetivo de perseguir aquellos locales de L'Hospitalet que no cumplen con las normativas y que son un foco de delincuencia y de problemas de civismo, generando mucha inseguridad entre los vecinos. Lo que se pretende con este plan, que hace inspecciones en los establecimientos cada fin de semana, es poner fin a molestias derivadas del volumen demasiado alto de la música que ponen y del revuelo de gente que no se marcha hasta bien entrada la madrugada, interrumpiendo el descanso de los vecinos, pero también a otras problemáticas más graves como las peleas que acostumbran a producirse entre los clientes y que, más de una vez, han acabado con algún herido por arma blanca.