Las oleadas de robos en vehículos en el Camp de Tarragona se han convertido en una tónica habitual. En los alrededores de la estación de trenes de otra velocidad no sorprende a nadie encontrarse los coches destrozados, pero ahora esta práctica se empieza a extender también a los pueblos y ciudades. Hace unos días se produjo una ola de este tipo en la Selva del Camp, mientras que este sábado fue la ciudad de Tarragona la que tuvo que vivir como decenas de vehículos aparecen con los cristales rotos y su interior saqueado.
Una treintena de vehículos saqueados
Hacia la una y media de la madrugada, la Sala Regional de Mando recibió un aviso alertando de que había numerosos vehículos saqueados en la avenida Andorra. Efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Tarragona se desplazaron hasta el lugar y confirmaron los hechos. Desde allí mismo pudieron hablar con una de las víctimas, que les explicó que le habían roto la ventana de su vehículo y le habían sustraído varios objetos. En total había diecinueve coches forzados y, en uno de ellos, observaron restos de sangre que podían ser compatibles con el presunto autor.
Al cabo de una media hora, la policía catalana recibió un segundo aviso, esta vez después de que un testigo pillara al ladrón in fraganti forzando vehículos en la calle dels Garrofers. Varias patrullas se desplazaron inmediatamente hacia allí y descubrieron que, efectivamente, había una docena de vehículos saqueados. Después de hablar con el testigo, los agentes se desplazaron hasta una casa abandonada donde sospechaban que el ladrón podría haberse escondido.
El ladrón estaba herido y lleno de sangre
Cuando accedieron, encontraron a un chico de 24 años que coincidía plenamente con la descripción facilitada y que, además, presentaba múltiples cortes recientes en las manos y tenía el jersey manchado de sangre. Por este motivo, ante las evidencias de que había sido el autor de los saqueos, lo detuvieron acusado de 31 robos en interior de vehículo. El chico, con numerosos antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio y de quienes los Mossos no han querido facilitar la nacionalidad, ha sido puesto a disposición judicial.