El calvario de los usuarios de tren del Camp de Tarragona no se detiene. Desde este martes, 1 de octubre, y hasta el 2 de marzo, como mínimo, las obras en el túnel de Roda de Berà han provocado que un corte ferroviario entre las estaciones de Tarragona y la de Sant Vicenç de Calders. Eso provoca que las personas que tengan que ir a Barcelona tengan que ir en autobús hasta este en el Baix Penedès para coger algún tren de media distancia o de la línea R2Sud de Rodalies, que ya acostumbran a ir saturados, para que les lleve a la capital catalana. Un trayecto que se alarga más de media hora de lo que suele ser habitual, con los perjuicios que eso comporta. Por este motivo, algunos usuarios han optado por una opción alternativa como la de ir hasta la Secuita para coger la alta velocidad en la estación de Camp de Tarragona.
Enésima oleada de robos en coches a la estación de Camp de Tarragona
Las personas que han optado por escoger la alta velocidad para ir hasta Barcelona se han encontrado, o se encontrarán durante las próximas horas, con otro problema con el cual los usuarios habituales de la estación de Camp de Tarragona se encuentran demasiado a menudo. Las plazas de aparcamiento en el recinto son limitadas y a precios muy elevados, así que la gran mayoría optan por aparcar en los descampados de los alrededores y en los arcenes de la carretera de acceso. Allí, sin embargo, lejos de las cámaras de seguridad, los ladrones se sienten como su casa, especialmente cuando cae la noche y se pueden camuflar entre la oscuridad. "Cada X semana hay una serie de robos", apunta una de las víctimas afectadas en ElCaso.com.
Este miércoles por la mañana, más de una decena de vehículos han aparecido con los cristales rotos y el interior removido en los alrededores del recinto. Los Mossos d'Esquadra han explicado a ElCaso.com que, hoy por hoy, no consta que se haya presentado ninguna denuncia por estos hechos, sea por un delito de daños por el destrozo de los cristales de los coches o por un robo porque se hayan llevado algún objeto de valor del interior del vehículo. De hecho, es probable que algunas de las víctimas ni siquiera lo hayan descubierto, ya que todavía no han vuelto del viaje o de su desplazamiento hasta la ciudad de Barcelona. Se da la circunstancia, además, que ha sido un día de lluvia y que el agua ha entrado dentro del vehículo por los cristales rotos, provocando todavía un perjuicio más importante.