David Muñoz, o Dabiz, como él mismo decidió que le llamasen, se convertía en 2021 en el mejor chef del mundo, galardón otorgado en los premios Top Best Chef Awards 2021, celebrados en Ámsterdam. Sus negocios funcionan de nuevos tras el cerrojazo de la pandemia, que supuso para él un duro golpe y estuvo cerca de arruinarlo.
David Muñoz, el imperio del XO en España
Empieza además 2022 envuelto en polémica tras la subida de precio del menú de su restaurante DiverXO de 250 a 365 euros para caminar hacia la sostenibilidad del negocio y el bienestar de su plantilla, pese a las críticas y siguiendo ejemplos como el Celler de Can Roca.
Pasado su 42 cumpleaños, sigue estando al frente de un imperio con tres estrellas Michelin que coronan sus negocios de éxito: DiverXO, StreetXO, GoXO en Madrid y Barcelona, y dos food trucks en la capital. También cuenta con convenios con varios supermercados para los que elige diversos productos y hace una selección de turrones y roscones en temporada navideña.
El negocio fallido del mejor chef del mundo
Pero el éxito parece tener un límite para el madrileño, que tocó techo y bajó de golpe tras su fracaso en el ámbito internacional. La semilla de su cocina parece no poder traspasar fronteras y sus promesas en los inicios siguen sin cumplirse.
Su ambición por expandir el imperio por todo el mundo podría haberse materializado en Londres, donde en 2016 abría StreetXO con inversión de cuatro millones de euros, pero ni los sabores de sus platos ni las excéntricas decoraciones atrajeron a los británicos, hecho que, sumado a la pandemia por la covid y al Brexit, hizo cerrar para siempre el local a finales de 2020.
Fracaso de expansión internacional
"Viendo lo que ha pasado en Reino Unido, habríamos tenido que cerrar igualmente, y se habría llevado por delante a mis otros negocios", contaba después, en febrero del pasado año a la Cadena Ser, refiriéndose al Brexit.
"Tuvimos que decidir qué hacer con él. El último año y medio allí conseguimos pintar de verde la cuenta de resultados, pero tuvimos que decidir qué era lo inteligente. Decidir fríamente qué era lo inteligente. ¿Qué es lo inteligente, dar un pasito atrás para dar dos adelante? ¿Dejar que un barco se hunda y que hunda toda la flota? Lo inteligente fue lo que hice", sentenciaba.
Cuatro años después de empezar la aventura, en la que también se implicó su mediática mujer, Cristina Pedroche, como inversora para ayudarle, se veía obligado a darla por terminada.
Y, aparte del varapalo económico, tuvo que tragarse su orgullo. En 2015 anunciaba su objetivo de establecerse en Londres, Nueva York y Asia. Y ahora, siete años después y tras no verse hecho realidad su expansión a Manhattan, que planeaba para 2016, parece que solo consigue afianzarse en España.